CRÓNICA CONCIERTO

Os Amigos dos Músicos muestran sus credenciales en el Torgal

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photo_camera Música entre amigos. (SANTIAGO COVELA)

Con profundidad y matices, el grupo ourensano sonó mejor que nunca en la noche del sábado ante un público entregado. 

Se palpaban las ganas en el Torgal ante la vuelta de Os Amigos dos Músicos tras meses encerrados en el local de ensayo. Antes, la velada había comenzado con los santiagueses Grampoder y su pop heterodoxo. Martín Wu y LeRoi, exThe Homens, exhibieron una propuesta que cruza con elegancia por el pop, la psicodelia o el folk para combinar pasajes hedonistas con otros introspectivos en los que ganan interés las percusiones insertadas en pasajes instrumentales.

Pero el protagonismo el sábado era para los que jugaban en casa. Un grupo que lleva en activo tres años y medio, con actuaciones esporádicas y cambios en su formación, sin haber grabado aún disco pero sí labrado un nombre entre una pequeña parroquia que los guarda bien próximos.

Ese era el contexto previo para cuando comenzaron los primeros acordes de 'Sonhos'. Y no pareció una elección casual abrir con este tema, porque su arquitectura, más densa y con mayor protagonismo instrumental, refleja la evolución natural de esta banda ourensana que parece haber crecido dos palmos de altura.

Antes de llegar a conclusiones, 'O Dourado' y 'Alalá ao sol' nos sirvieron para recordar el, quizás, mayor valor que ha ido desarrollando Os Amigos dos Músicos en estos años, una especial habilidad para remover a la audiencia, que los hace poder balancearse con holgura entre la intimidad de las melodías pop y los tramos expansivos deudores de la americana y el rock clásico sin perder nunca esa relación empática. 

Precisamente ese diálogo se intensificó en el Torgal según se fue desgranando en profundidad el repertorio, con temas viejos y nuevos -'A onde vas?', 'É doado','Fóra do meu control'-  bien encajados en el guión. Porque sí, sonaron mejor que nunca. No hubo desniveles ni resbalones. Sólo una propuesta limpia, que les permite un vuelo con más matices. En ello ayudó la nueva alineación titular, con el retorno de Dani 'O Neno Elliott', que les sienta como un guante. Envueltos en complicidad suman muchas tablas y canciones como 'De funeral', protagonista de uno de los momentos más emotivos del delicioso concierto.

En los bises, como no podía ser de otra forma, 'Osaka' y 'Todo medre', tema que se ha ido convirtiendo en su pequeño himno. Y ya con las luces encendidas, mientras se desvanecían los ecos de la versión de 'Singing a song in the morning' de Kevin Ayers ejecutada por los dos grupos en el escenario, uno no pudo evitar dirigirse a casa con la firme sensación de que Os Amigos dos Músicos están preparados para el siguiente paso en su camino, sea el que sea. 

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