Juan Manuel Fernández Domínguez, de 39 años, se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia por un delito contra la salud pública por un caso de menudeo de droga ocurrido en la ciudad en 2009, aunque, finalmente, la vista oral en la que debía ser enjuiciado se suspendió por la incomparecencia de un testigo clave (protegido).
El fiscal, que pide en su escrito de acusación provisional una pena de tres años de cárcel para Fernández Domínguez, sostuvo antes de que se aplazase el juicio que una persona que lo vio traficar en la calle Ervedelo -la testigo que faltó- dio aviso al 091. Eran las 00,10 horas del 26 de julio del citado año. Entonces, los agentes desplazados al lugar, hallaron al encausado, mediante la descripción que les había sido facilitada, en una discoteca cercana. Según el fiscal, portaba 2,24 gramos de cocaína en un pañuelo rojo anudado a una pierna. El encausado, alegó ayer que era para su consumo y que la había adquirido en el pub Kinley. La defensa aseguró que la testigo que dio aviso actuó por 'despecho', y que mantuvo una relación con el procesado.
