Cien universitarios se formaron este año en ciudades europeas gracias a un programa de la Diputación

Un aprendizaje en la diáspora

Pablo Garrido realiza prácticas de Restauración.
Cien jóvenes universitarios se han formado este año en ciudades europeas dentro de un programa formativo de la Diputación. La iniciativa fue explicada ayer por el responsable de la UPD, José Juan Cerdeira, en Florencia.
Cualquier universitario recién titulado o que haya finalizado sus estudios en los últimos cinco años, puede acceder al programa de becas internacionales que gestiona la Unidade de Promoción e Desenvolvemento (UPD) de la Diputación de Ourense, si bien es cierto que haber cursado los estudios en el Campus ourensano o estar empadronado en la provincia ofrece ventaja.

La iniciativa, que fue puesta en marcha en 2007, ofrece ya el balance de un centenar de jóvenes formados durante tres meses en distintas ciudades europeas.

El responsable de la UPD, José Juan Cerdeira, explicaba ayer desde Florencia, donde Pablo Garrido, un ourensano de A Manchica (A Merca) ultima sus prácticas profesionales en Restauración patrimonial y artística, que el objetivo no es otro que promover prácticas activas de empleo en un perfil que hasta ahora carecía de estas oportunidades, como es el caso de los universitarios en búsqueda de su primer empleo.

Con ayuda del Fondo Social Europeo, que aporta el 80% de la financiación (el 20% restante lo otorga la Diputación) y la red de entidades acogedoras en toda Europa, 100 jóvenes han realizado prácticas de tres meses en empresas europeas, siempre con los gastos pagados en cuestión de alojamiento y transporte, pero sobre todo con un servicio de tutoría que ayuda permanentemente a su integración profesional y formación personal.

Este programa de becas internacionales aspira a que en cinco años 500 licenciados hagan prácticas de tres meses en empresas relacionadas con su formación académica. Por ello, en el próximo mes acudirán a Florencia y a ciudades portuguesas y francesas ingenieros agrónomos que trabajarán en el sector del vino. Y a comienzos de año un nuevo flujo de 45 estudiantes por lo que Pablo Garrido regresará este mismo mes a Ourense con la enriquecedora experiencia de tres meses de trabajo que él mismo califica de ‘inolvidables’.

Según José Juan Cerdeira, el proyecto que realiza la UPD en este campo es el más importante de toda Galicia y que tiene ya respaldo económico del Fondo Social Europeo para gestionar las prácticas de otros 100 universitarios en el año 2009. Pero, además, cuenta con un subprograma que permitirá a recién licenciados trabajar en empresas de la eurocidade, tanto en Chaves como en todo el Eixo Atlántico.

Ayer en Florencia, donde la UPD supervisá la experiencia vivida por Pablo Garrido, Donatella Santos, la responsable de la Academia Europea de Firenze, la entidad que gestiona la estancia de los universitarios que acuden a Florencia, destacaba el desarrollo personal de los jóvenes, su capacidad de responsabilidad, la forma en que pueden convertirse en emprendedores y su apertura a la formación y el aprendizaje. A su vez, Lisa Baccialli, tutora de Garrido, apelaba a la interculturalidad de los nuevos profesionales en una ciudad alejada, al impacto con una forma de vida diferente y participar en la sociedad que les acoge.

Promoción

Pablo Garrido es un licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Vigo con una diplomatura en Restauración, que comenzó lijando un portón del siglo XVIII en la empresa Andrea Fedeli y en esta última semana en Florencia colabora en la restauración de un coro del siglo XV, parcialmente destruido en la II Guerra Mundial y que, al fin, ha obtenido financiación del Ayuntamiento de Ferrara para ser recuperado. Por medio, restauró el artesonado de madera policromada y ayudó en la recuperación de un retablo de gran valor. Comenzó con dudas pero ahora desearía que la beca se prolongase un tiempo aunque su objetivo no es instalarse en Florencia, ‘sino regresar a casa y asentarme en mi entorno’.

Él cree que la Diputación debe promocionar aún más este tipo de iniciativas para que consigan la experiencia necesaria para volver y crear riqueza en su país natal. ‘La beca de Florencia me cambió por completo la percepción de la vida y del trabajo; tanto que ahora deseo llegar a Ourense y desde la distancia analizar lo que fueron estos tres meses’, asegura.


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