El archivero de la catedral de Ourense critica que la Xunta pida estudios de restauración para guardarlos en cajones

El párroco de la Iglesia de Santa Baia muestra el retablo restaurado. (Foto: Rosa Veiga)
El archivero de la catedral de Ourense y autor de investigaciones sobre patrimonio eclesiástico, Miguel Angel González, criticó que la Xunta encargue estudios sobre necesidades de restauración ‘para luego guardarlos en cajones’ y que se retrase en la financiación de proyectos de recuperación.
González asistió a la inauguración de un retablo del siglo XVII en la parroquia de Boimorto (Vilamarín) y tras la misa y bendición del retablo por parte del obispo Luis Quinteiro Fiuza, explicó que la obra costó 40.000 euros, aportados por Caixanova -cuyo presidente Julio Fernández Gayoso, asistió al acto-, por impulso de un vecino que es médico y consejero de la entidad financiera.

Según el archivero, que además es vocal de la comisión de Patrimonio de la provincia de Ourense, el impulso de particulares y parroquias es el que va salvando algunos elementos patrimoniales, ya que la Xunta ‘sólo encarga estudios de necesidades, como uno de la Ribeira Sacra y otro de la catedral de Ourense, que luego guarda en un cajón’.

En ese sentido, explicó que hace 5 años, la Dirección General de Patrimonio pagó 30.000 euros por un exhaustivo estudio para la restauración del Pórtico del Paraíso en la catedral de Ourense ‘y nunca más supimos del tema, después de gastarse esa cantidad que sería suficiente para la restauración en aquel momento’, agregó.

El estudio, según lamentó González, estará en un cajón y cuando se decidan a abordar la restauración ‘tendrán que encargar otro porque el primero habrá quedado obsoleto o no aparecerá’.

Otros estudios entregados a la Xunta sobre necesidades concretas en la provincia de Ourense aún están pendientes de la financiación ‘por lo que vivimos un año bastante negro, porque de 10 estudios que presentamos apenas llegaron fondos para recuperar los elementos patrimoniales que lo necesitan’, añadió.

Entre los que tienen convenios firmados pero están ‘pendientes de financiación’, según González, está el retablo mayor de la iglesia de San Salvador, en el monasterio de San Rosendo de Celanova ‘que queríamos que estuviese listo para el próximo año jacobeo’.

En el caso del retablo de Boimorto, se conjugaron el obispo de la diócesis y el médico Federico Martinón, vecino del pueblo y consejero de Caixanova, que ‘consiguieron’ convencer a la entidad para que financiase el trabajo realizado durante un mes por cuatro jóvenes de un taller de restauración de Vigo.

El proceso, explicó, consistió en la inyección de tratamientos antixilófagos -antiinsectos comedores de maderay raspado de las capas de pintura ‘de brocha gorda’ que cubrían la policromía original del retablo.

La restauración se hizo ‘in situ’, detrás del altar de la parroquia donde se encuentra la talla, presidida por una imagen de Santa Baia que, según explicó el párroco Orlando Sánchez Nóvoa, tiene en castellano el nombre de Santa Eulalia, procedente del griego y que significa ‘la que habla bien’.

La imagen está fechada en 1760 y la restauración incluyó varias imágenes sueltas, que en tiempos formaron parte de otros retablos del siglo XVI hoy perdidos, según dijo Sánchez.

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