incendio

Las llamas arrasan el complejo hostelero de Pozas de Maimón

MAIMON
photo_camera Aspecto que presenta ayer la construcción, totalmente calcinada. (A.C.)
Investigan las causas del fuego, originado en la madrugada de este domingo en un recinto sin uso desde 2015

Tan solo tres meses después del incendio que asoló el complejo privado de A Chavasqueira, la maltrecha oferta turística ourensana recibe una nueva estocada. Esta vez las llamas calcinaron el restaurante abandonado de las Pozas de Maimón, antigua Bull River Club, un local de titularidad municipal, ideado como complemento del termalismo y que permanecía cerrado desde 2015 a falta de empresas interesadas en él. 

El parque de bomberos de la ciudad recibió una llamada de alarma a las dos de la mañana de este domingo, y al llegar al lugar, las llamas llegaban ya al tejado del edificio principal, provenientes de una construcción aledaña de madera. La operación se centró primero en controlar el incendio para evitar que se extendiese a la zona verde aledaña, así como al recinto de la EDAR de Reza. Los efectivos dieron por extinguidas las llamas alrededor de las tres y cuarto, y se ocuparon de refrescar el perímetro para evitar que se reavivasen. Varias dotaciones de la Policía Local y Nacional también colaboraron en la operación, muy próxima a la zona de aparcamiento de las termas de Outariz, donde había varias autocaravanas que no fue necesario evacuar. Los daños materiales son numerosos, ya que la estructura quedó calcinada por completo. Las causas del incendio están siendo investigadas por la Policía Nacional, que no descarta la intencionalidad del mismo. 

“Era visto"

Durante la mañana del domingo, numerosos vecinos y turistas se acercaron hasta la zona para fotografiar las cenizas del complejo, que todavía desprendía olor a quemado. "Era visto", señalaba una mujer que recorre habitualmente la senda hasta la zona termal de Outariz. "Xa aguantou bastante, levaba anos abandonado: estaba claro que algo deste estilo ía pasar", decía otro paseante.

El gobierno local, por su parte, lamenta los incidentes y agradece la rápida actuación de los servicios de extinción. "En vez de chover sobre mollado, incéndiase sobre queimado", aseguró el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome. En referencia a la situación de los complejos termales en la ciudad, Jácome aseguró que "rexurdirá como o ave fénix, e imos reconstruír o termalismo". 

Para algunos de los vecinos consultados ayer, la imagen de las Pozas de Maimón es el resultado de la "inacción municipal" y critican que las obras de A Chavasqueira todavía no hayan empezado –la investigación del incendio demostró que había sido intencionado–. "Isto vai quedar así durante meses, igual que A Chavasqueira, aquí as cousas fastídianse e ninguén as arranxa", señalaba una vecina. "Non pode ser que non se coiden as cousas que temos, que as deixemos así, a xente que vén de fóra lévase mal imaxe da nosa cidade", añadía. El local continúa precintado, a escasos metros de la carretera por la que llegan los turistas a las termas de Outariz. 


"Pasará o mesmo no cámping de Untes, que segue pechado e abandonado"


El local de las Pozas de Maimón no es el único establecimiento de titularidad municipal abandonado actualmente. El cámping de Untes –con upozas maimonn proyecto para su recuperación–, la cafetería de Outariz o la del parque Miño también permanecen cerradas desde hace años. 

"Non hai mantemento neste Concello, e pasará o mesmo no cámping de Untes, que segue pechado e abandonado", señalan Teresa y Pilar, dos vecinas que recorren habitualmente las sendas fluviales de la ciudad. "Os bungalós de Untes estaban moi ben, eran un auténtico luxo para todos, e así están agora", añaden. El incendio de la Bull River Club reaviva las críticas, que reclaman acción al gobierno local. "Foron catro anos de abandono na cidade, de suspenso absoluto dos políticos, e agora a ver que sucede", reivindican ambas ourensanas.


Un local con  zona chill out, comedor y coctelería 


La Bull River Club abrió sus puertas en 2011, con una oferta amplia que incluía zona chill out, terraza comedor, coctelería y espacio infantil, del que disfrutaban vecinos y turistas. Desde su cierre en 2015, el recinto fue saqueado en numerosas ocasiones –mobiliario, tuberías, enchufes...– y presentaba indicios de ser "okupado" con cierta asiduidad.

 

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