El ginecólogo José Luis Doval defendió la vacuna que previene contra el papiloma, causante del cáncer de cuello de útero

“Aún hoy se cuestiona el medicamento cuando se relaciona con la sexualidad'

La conferencia del doctor José Luis Doval estuvo precedida de una presentación del también médico Miguel Abad (derecha), presentados por Arturo Fernández (izquierda).. (Foto: MARTIÑO PINAL)
José Luis Doval, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del CHOU, conferenció en el Foro La Región sobre la grave incidencia que está motivando en la salud de las mujeres la presencia del virus del papiloma humano, 'causante del 100% de los cánceres de cuello de útero'. Si en el año 2000 se trataban en Ourense a 20 mujeres con cáncer in situ, previo a la invasión, en 2009 se trataron 100. Es la cirugía más común en el área de Ginecología. 'El año pasado murieron cinco mujeres en Ourense'. Y lo peor, señaló, 'sé que no hay una conciencia clara en la población para manejar la situación'.
El cáncer de cuello de útero es el segundo más común en mujeres jóvenes. Detrás de él siempre está el virus del papiloma, y detrás de éste 'las relaciones sexuales'. 'Hablamos de una enfermedad de transmisión sexual'. Ocho de cada diez mujeres que practiquen el sexo, estarán en contacto con el virus. Lo que no quiere decir que vayan a desarrollar el cáncer', puntualizó el ginecólogo. Hay mujeres que eliminan el virus y otras que no son capaces. El cáncer puede afectar a cualquier mujer. El único grupo en el que no existe esta patología son las judías ultraortodoxas, porque 'cumplen con un principio: un hombre para toda la vida'. Entre los factores que activan o facilitan la infección, Doval citó el coito a edades tempranas y el tabaco, recordando que el inicio de las relaciones hoy está en 15,8 años en chicos y en 16,2 en chicas. Además, hay una media de parejas de 4,5 y 3,6 en la juventud, hasta los 24 años, y esto aumenta el riesgo de que aparezca el virus es alto.

¿Cómo sortear el virus? 'No podemos plantearnos que nuestros hijos no tengan relaciones, así que conviene frenar la evolución de la enfermedad'. La citología es una medida. En Galicia, el 74% de las mujeres la realizan. Pero también existe una prevención primaria: la vacuna. La hay de dos tipos, y está siendo estudiadas en 20.000 mujeres de 33 países desde hace diez años. 'Ha demostrado, para ese período de tiempo, una eficacia casi del 100%, y son seguras y bien toleradas'. Lo ideal sería vacunar antes tener relaciones sexuales, en cuyo caso 'el éxito está garantizado'. Su eficacia está demostrada también hasta los 26 años, e incluso hasta los 40. Aunque se usa en chicas porque tienen más riesgos, comienza a utilizarse en hombres, porque 'el papiloma puede llevar al cáncer de pene'.

Doval denunció que la pseudociencia y la mala información ha frenado la vacunación. Aunque también señaló que, históricamente en este país se 'cuestionan los medicamentos relacionados con la sexualidad. Me pregunto por qué. Pasa con los anticonceptivos, pero también con la vacuna'.

La vacunación

El ginecólogo del CHOU habló de falta información adecuada a veces entre los propios especialistas sanitarios. Ello, sumado a que se tiene una perspectiva lejana del problema, y que ante la vacuna los padres tienen que dialogar con los hijos por un tema de relaciones sexuales tempranas, dan una idea de por qué la vacuna apenas se emplea. Y es que 'tenemos datos que dicen que, aún en los casos en los que la vacuna es gratuita (por debajo de los 14 años de edad), sólo la usan el 53% de las mujeres. 'Esto es una negligencia. Tardaremos en ver los resultados clínicos. Pero en ese tiempo, si no actuamos, nos encontraremos con muchos problemas', pronosticó el doctor.

Las tres dosis recomendadas por cada vacuna cuestan 450 euros. 'Es caro -admitió- pero también es cara la Play-station, y no deja de comprarse. Por otra parte, hay que pensar que Papá-Estado no puede salir al paso de todos los problemas que se le presentan a los ciudadanos'.
Doval criticó el daño que hicieron a la vacunación casos como 'el de las niñas de Valencia, cuya patología no tuvo que ver con la vacunación contra el papiloma'.

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