Sólo ha registrado avances en dos tramos de 10 kilómetros, que se remodelan por razones de seguridad

El AVE Ourense-Lugo alcanza ya los seis años de parálisis, en espera del permiso ambiental

Uno de los viaductos del AVE cerca de Ourense.
La próxima semana, el tren de alta velocidad Ourense-Lugo cumple seis años desde el último trámite que se realizó para construir la línea, con la publicación del estudio informativo. Desde finales de enero de 2003 la línea espera por la declaración de impacto ambiental, trámite que normalmente tarda 12 meses (pero en este caso alcanza ya 72). Sólo se ha avanzado en dos pequeños subtramos en los que, por seguridad, se construyen variantes de la línea convencional, con características de alta velocidad.
El tren de alta velocidad entre Ourense y Lugo cumple seis años sin que se haya registrado avance alguno en su tramitación. El último paso registrado en la conexión ferroviaria se produjo el 30 de enero de 2003, cuando salió a información pública el estudio sobre la nueva línea ferroviaria y, desde entonces, continúa pendiente de la obtención de la declaración de impacto ambiental (DIA). Si bien el plazo habitual para obtener el permiso del Ministerio de Medio Ambiente es de un año, en este caso van ya seis.

En el trazado entre ambas ciudades se han registrado avances en sólo dos tramos: las variantes de Canabal y de Pobra de San Xulián. Se trata de obras que se acometen para mejorar la línea convencional en puntos de especial peligrosidad debido a la concentración de pasos a nivel, que requerían la construcción de un nuevo trazado y, por ello, se construyen variantes con características de alta velocidad.

Así, la Variante de Canabal es un tramo de 2,5 kilómetros que actualmente se encuentra en fase de redacción de proyecto y está previsto que la empresa de ingeniería lo tenga concluido el próximo mes de mayo. Mientras, la Variante de San Xulián, de 7,5 kilómetros, ya está en construcción por parte de la unión temporal de empresas (UTE) integrada por Ferrovial, Agroman y Obras Subterráneas y con un presupuesto de 90,5 millones de euros. Si se cumplen los plazos previstos en la contratación, la obra debería estar finalizada en abril de 2010.

La demora en la obtención del permiso ambiental convierte a la conexión con Lugo en la infraestructura de alta velocidad que actualmente acumula mayor retraso de las que afectan a Ourense. En todo caso, el estado de tramitación es igual a la de Ourense-Vigo, que también está pendiente de la declaración ambiental, aunque la demora es menor (salió a exposición pública en septiembre de 2007).


Agotados los plazos oficiales de obra entre Ourense y Santiago


De las conexiones ferroviarias de alta velocidad, la vía entre Ourense y Santiago es la que se encuentra más avanzada. No obstante, las obras de construcción de la plataforma deberían estar ya concluidas en casi todos los tramos, si se hubiesen cumplido los plazos oficiales establecidos en los contratos de obra de cada subtramo. Así, las obras de construcción de la línea se iniciaron entre los años 2005 y 2006 y tenían plazos de ejecución de entre 28 y 39 meses, según la complejidad orográfica del trazado. Estos plazos se han cumplido ya en todos los subtramos, excepto uno: el de Dorne las-Vedra-Boqueixón, de 13,3 kilómetros, que no se agota hasta abril. Los demás continúan en distintas fases de ejecución, aunque la línea alcanza un nivel medio de 75% de las obras (según los últimos datos facilitados por Fomento, correspondientes al último trimestre del año pasado).

En todo caso, los plazos indicados corresponden con las obras de construcción de plataforma, ya que ahora todavía hay que elaborar los proyectos para la instalación de la vía y la electrificación (los contratos ya están licitados) y, posteriormente, ejecutarlos, lo que normalmente tarda un año más.

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