El AVE a Ourense une familias en Fin de Año

Mariano Gundín y Pepita Fernández.
photo_camera Mariano Gundín y Pepita Fernández.

Los trenes AVE que pararon ayer en la estación ourensana congregaron numerosos pasajeros.

 

Al fin, Pepita Fernández pudo realizar ayer un viaje que llevaba esperando durante años. Subió al andén llena de emoción hacia su primer AVE. La última vez que cogió un tren a Madrid, hace dos años, el trayecto duró más de cuatro horas. “Tenía que ir ya, porque quiero visitar a mi familia, a mis nietos”, explica. Al montar al vagón, le ilusionaba pensar en cómo la recibirán al llegar. 

Mariano Gundín, su acompañante a la estación ourensana, se encargó de comprarle el billete en cuanto la página web de Renfe abrió esta posibilidad, antes de que pasaran los primeros cinco minutos. Ambos celebran el impacto positivo de un AVE que, de tanto esperarlo, ya no se creían. “Pensábamos que nos estaban engañando”, bromea Fernández. “Es un gran avance, pero también hubo un importante retraso. Pensar que en Sevilla hace 29 años que tienen AVE…”, añade Gundín. Esto, más allá de los altibajos en la gestión política, tiene una explicación ingenieril. Como matiza la exposición que acoge la plaza de la estación hasta el 15 de enero, las líneas de alta velocidad “presentan unos parámetros de trazado muy rígidos, con pendientes máximas de 25 milésimas”, lo cual obliga a ejecutar un sinfín de túneles y viaductos para surcar zonas abruptas como la gallega. En el trayecto de Ourense a Madrid, 54 y 80, respectivamente. 

Sabela Sotelo, que reside en Madrid, cogía ayer su segundo AVE de vuelta a la capital. Acude en tren a Ourense a menudo para ver a su familia. El tiempo extra con el que cuenta ahora sirve para estar más tiempo con los suyos. 

En cambio, es la primera vez que emplea esta línea la ourensana Alexandra Seara, que concuerda en el avance que supuso. “Es trascendental, su llegada supuso un momento épico para la provincia”, valora. Acude a Madrid para visitar a su familia política, y estima que se servirá del AVE cuatro veces al año.

María Corella lo utilizará de forma constante en 2022. Se subió al primero hace seis días, y ayer lo volvía a hacer. Ella reside en Madrid, donde pasará el Fin de Año, y ayer accedía al tren de vuelta tras visitar a su pareja.

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