Los vendedores están muy satisfechos con los incentivos a la compra, pero temen por su continuidad

Las ayudas a la compra de coches llevan a los concesionarios ourensanos a duplicar ventas

Una familia se interesa por un coche en un concesionario de la ciudad. (Foto: Xesús Fariñas)
Con 804 ventas en julio, los concesionarios duplicaron el nivel de actividad con respecto a los meses anteriores. En algunos modelos, incluso hay que esperar tres meses por el coche. Pero el sector teme que se agoten las ayudas a la compra.
Los 804 coches comercializados en Ourense durante el mes de julio situaron las ventas en máximos históricos. El volumen mensual de operaciones duplicó el que se estaba registrando en los primeros meses del año (entre enero y mayo, la media de vehículos vendidos fue de 400 unidades). Además, superó en un 44% las transacciones registradas el mismo mes del año pasado (558). Incluso en 2007 -ejercicio en el que se registró el máximo anual de ventas de vehículos en Ourense- en ningún mes se había llegado a alcanzar una cifra tan elevada.

De este modo, en lo que va de año se han vendido 3.570 turismos en la provincia, una volumen aún inferior a los 3.767 del mismo periodo del año pasado (aunque la diferencia se ha reducido gracias al repunte de julio) y muy alejado de los 4.791 que se comercializaron en los mismos meses de 2007. En los concesionarios ourensanos coinciden en atribuir la causa de este gran incremento en la puesta en marcha de las ayudas estatales (Plan 2000E) y autonómicas (Re-Móvete) a la compra de coches a cambio de la entrega de un vehículo de más de 10 años o de 250.000 kilómetros. ‘Tal y como iba el año éramos pesimistas y, aunque al principio tardó en notarse algo el efecto de las ayudas, julio fue mejor de lo esperado’, apunta Gumersindo Dobarro, de Landauto Motor. En los establecimientos indican que la mayoría de las ventas de las últimas semanas -entre un 40% y 90%, según el concesionario- se corresponden con operaciones que se pudieron acoger a estas ayudas.

Descuento

Así, la mayoría de clientes preguntan por las condiciones de estos programas e incluso cambian sus preferencias (por ejemplo, si pensaban adquirir un coche grande se quedan con otro más pequeño, que no supere los 149 gramos de emisiones de CO2 exigidos). ‘El descuento que se realiza es importante y la gente entiende que es un buen momento para comprar coche’, sostiene José Ramón Outón, de Tomóvil.

No obstante, los vendedores muestran incertidumbre en cuanto a las previsiones del mercado de turismos en los próximos meses, lo que dependerá de cómo evolucione la situación económica general y si continúan aplicándose estos incenti vos a la compra. ‘Julio fue un mes muy bueno y agosto también está yendo bien. Si siguen las ayudas, quizá continúe incrementándose, pero si las quitan, se venderá muy poco. De no ser por este plan, no hubiéramos vendido casi nada’, explican.

Pago de las ayudas adelantadas

Entre la semana pasada y la actual, los concesionarios comenzaron a recibir -tanto por parte del Estado como de la Xunta- el importe de las ayudas a la compra que habían adelantado a los clientes por operaciones efectuadas desde el anuncio de las subvenciones.

Pero la cuantía abonada hasta ahora es una mínima parte del total. No obstante, en los concesionarios cundía ayer el temor por la continuidad de las ayudas, particularmente las de la Xunta, después de que a través de la línea informática para tramitarlas se les comunicase que ya se había cubierto el 80% del presupuesto disponible.

Por ello, si antes los vendedores se comprometían con los clientes para que pudiesen acogerse a las ayudas, ahora optan por no hacerlo hasta que la Administración autorice la operación. Otros concesionarios, no obstante, indicaban a los compradores que no adelantarán la ayuda -como estaba haciendo hasta ahora- sino que, cuando la Administración les abone el importe, se lo reembolsarán.

Hasta tres meses de retraso en la entrega

La elevada afluencia de clientes en las últimas semanas está ocasionando retrasos en la entrega de vehículos de hasta tres meses. Una situación que se debe al hecho de que en los meses anteriores, debido a la fuerte caída de ventas y la incertidumbre sobre su evolución, los concesionarios dejaron de realizar los pedidos (que habitualmente efectúan con cuatro o cinco meses de antelación, tiempo que tardan en construirse y transportarse los vehículos), con lo que ahora existen problemas en determinados modelos o si el cliente desea equipamientos específicos. Además, los fabricantes redujeron su plantilla y no pueden responder a la demanda con la rapidez de antes.

No obstante, parte de los concesionarios no se comprometen a mantener el precio de los vehículos o que pueda recibir las ayudas de la Administración en próximos meses, por lo que tratan de buscar el coche que desea el cliente en otros concesionarios o darle alternativas al modelo elegido.

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