Baltar: "El PP de Ourense es un partido con alma, no es una sucursal"

¿Qué ha aprendido en este tiempo? Que la responsabilidad de representar a Ourense es muy alta, que llevar la dirección de una administración como la Diputación ayuda a cumplir objetivos y que lo más importante es Ourense. Milito en un partido que es el partido de Ourense, ni siquiera es el PP. Y es el partido de Ourense porque es el más apoyado convocatoria tras convocatoria, con récords históricos y otro al alcance de la mano: ganar en 2023 los 92 concellos y recuperar la mayoría absoluta en la Diputación. ¿Hubiese preferido rivales en el congreso o así se presentan como un partido sin fisuras? El hecho que no haya otra persona que confronte conmigo su programa tiene bastante que ver con la labor desarrollada en este tiempo. Eso lo considero gratificante: la gran mayoría de los militantes del PP comparte esta forma de hacer las cosas, a nivel electoral y también en la gestión, con hitos como la deuda cero o ser la primera administración de España en aprobar sus presupuestos para el año siguiente -como hicimos el viernes-. Apostar por la planificación, la anticipación, la visión, el trabajo en equipo y pensar en positivo. Habla de un partido centrista, reformista, galleguista y europeísta. ¿Cómo se traduce esto y en qué lo diferencia del PP de Madrid, por ejemplo? He tenido la suerte de conocer a ourensanos que han estado en política y que han llevado con mucho orgullo el hecho de ser de Ourense y defender los intereses de Ourense por encima de cualquier otra cosa. Conocí y traté a Eulogio Gómez Franqueira, Victorino Núñez, David Ferrer, José Luis Baltar… a todos los que han presidido esta formación -yo soy el décimo en 40 años- y creo que esas conversaciones han sido importante para tener un partido que por encima de todo es galleguista. Este es un partido con alma, con personalidad, no somos sucursal ni delegación de nadie. Tenemos principios y valores integrados con los de Ourense. Se lo reconocí a Teodoro García Egea cuando señaló que primero es el territorio y luego, las siglas. Nosotros lo demostramos, defendiendo y reivindicando a Ourense incluso ante administraciones del mismo color político: este es el modelo de partido en el que creo. Si lo que se llamó nueva política parece en vías de extinción, ¿es momento de reivindicar la vieja? La política clásica, la política de los consensos, la política bien hecha. La vuelta al bipartidismo está más cerca que lejos. Y esos experimentos (Cs, Podemos…), pues ni con gaseosa. Hace 40 años, un alcalde era alguien a quien un vecino mandaba una instancia que podían contestar o no -lo normal es que no-. Hoy los vecinos tienen el móvil del alcalde y le llaman a cualquier hora: cumples 100 veces, fallas la 101 y la que se monta. Los concejales de la esfera local, ahí está la verdadera política. Esto hay que reivindicarlo, por eso la convención prevista en mi programa. En esta descentralización del PP, ¿dónde se sitúa en el pulso entre Génova y Ayuso? No existe un pulso. Es una tormentilla sacudida por medios que no son precisamente del entorno del centroderecha. Vamos a una convención nacional el próximo fin de semana, será un rearme total para concretar lo augurado por las encuestas: una victoria de Casado. Como centrista, ¿le preocupa que una posible vuelta del PP a La Moncloa dependa de Vox? Primero hay que ir a las elecciones. Lo que me preocupa, muchísimo, es que el PSOE esté gobernando con Podemos, su entrega a los separatistas, la imagen penosa a nivel internacional, la impensable subida de la luz… Ahora, que el PP sea el más votado y que Vox se abstenga o que lo apoye, o que no entre en el Gobierno… Quiero un Gobierno serio, con prestigio y formado por personas capaces. Las etapas de progreso en España han sido con el PP, que siempre ha llegado cuando peor estaba la situación. No somos expertos en vender humo, la comunicación es algo que precisamente hemos aprendido a mejorar. (…) Ya no estamos en 2019, donde el PP no estaba en su mejor momento. Fíjense cómo dos años lo ha cambiado todo. El 30 de enero cumplirá 12 años al frente del PP de Ourense. ¿Se imagina teniendo esta charla en septiembre de 2025? Sí. Y un poco más allá también. Cuando alguien dice: “Me voy a tomar un período de reflexión”, a mí eso no me vale. O estoy enchufado, con todas las ganas de seguir en la actividad que me apasiona, o no. Las dudas no llevan a ninguna parte: hay que tener la capacidad para saber por dónde quieres ir, marcar un camino y tener la visión de lo que quieres conseguir. Baltar, con una figura de Lennon (XESÚS FARIÑAS) "Es un momento clave para Ourense" ¿Que el PP recupere la mayoría absoluta en la Diputación pasa por mejorar en la ciudad? Sí. Si somos los más votados en Ourense tendremos mayoría absoluta en la Diputación. A esta ciudad, que tuvo sus mejores momentos con un alcalde del PP (Manuel Cabezas), hay que ofrecerle la ilusión de contar con un regidor capaz de trasladar esas mismas políticas. ¿Le sorprendió la renuncia de Jesús Vázquez o se la esperaba? Es algo personal que hay que valorar con respeto, agradecer su trabajo y entrega. Pero la política no para, se puede bajar alguien pero tenemos que seguir. ¿Cuán profunda será la renovación de la dirección de la ciudad? Antes del 11 de noviembre tendremos una gestora para mejorar la conexión social, que se conozcan nuestras áreas en el Concello y estar en la mejor disposición para apoyar una candidatura que gobierne Ourense en solitario. Si avanzase el caso judicial contra Jácome… ¿tocaría volver a replantearse la relación con DO? No vamos a hacer ciencia ficción. Es cierto que hubo un momento donde la corporación pidió la dimisión del alcalde. Y es cierto que se barajó la posibilidad de una moción de censura y que estuvimos de acuerdo, siempre que fuese una coalición PP-PSOE y que no fuese alcalde el número 1 socialista. Pero él optó por no apartarse. Esto es lo que hay (…) Es muy difícil encontrar un comportamiento tan destructivo como el de la cabeza del PSOE. Dije mil veces que era bastante mejor alcalde Jácome que Rodríguez Villarino y lo sigo pensando. Veremos qué sucede con esas cuestiones judiciales, pero nosotros estamos en el gobierno. Lo nuestro es hablar haciendo. ¿La política ourensana no tiene un problema con tanta crítica “ad hominem”? Creo que no. Si había alguien que vetase a otro era el actual alcalde de Ourense conmigo, o yo con él. Y esa situación se salvó. El PP dijo: “Me vale cualquiera menos este” porque ese “este” aún tiene impugnadas ayudas a 5.000 autónomos en pandemia, está discutido en su partido, en su grupo (…) En la ciudad, el PSOE y el BNG se oponen a esa inversión de 62 millones, a la residencia de Amancio Ortega… Hay cosas que no deben entrar en el juego político barato. ¿Cómo lee la situación orgánica del socialismo ourensano? El PP tiene un congreso para elegir un comité ejecutivo y el mismo día, el PSOE una votación fratricida para ver quién va a una cita nacional del partido. Como ciudadano me da pena, querría un PSOE fuerte con quien pactar (…) Ahora, ¿como presidente del PP? Que siga muchos años el que lo está “dirigiendo”. Está acabando con el PSOE. Lo conocemos bien: quiso ser candidato de un concello por el PP. Fue llamar a dos personas que lo habían tratado y decirnos: “Ni se os ocurra, os desarma todo”. Y es lo que está haciendo. ¿La Universidad Popular puede acabar gestionada por la Diputación? Sí. Gracias a la gestión de estos años, la Diputación puede acudir al rescate del OUFF o de cualquier cuestión que esté en peligro y que para la provincia suponga un plus. Con la UPO estamos en el buen camino (…) Es nuestro papel: el Edificio Intelixente, la Mobile Week, la ICC Week… vincular la innovación o tecnología al territorio. ¿Cuándo llegará el primer cliente del gran hotel termal? Antes del 2027. Durante un año evaluaremos mensualmente el agua, después solicitaremos la declaración termal y el aprovechamiento. En paralelo, estamos con el anteproyecto del balneario, con conversaciones con grupos internacionales que quieren gestionarlo. Y aprovechando el tirón hay movimientos para montar negocios similares en su entorno. ¿Y a dónde irá la Diputación? Tengo fijados los ojos en tres o cuatro ubicaciones en la ciudad. Sería planteable, por ejemplo, iniciar conversaciones para que el antiguo palacio de justicia, un edificio céntrico, con historia… Si la Xunta decide construir otra sede provincial dejaría un espacio importante en el centro… o si deciden hacerlo en la finca que la Diputación posee en el entorno del hospital podríamos ir todos allí y montar una pequeña ciudad administrativa. ¿Hay empatía del Gobierno para sostener el retorno al rural? En pandemia no ha dado ni un euro a los ayuntamientos. Hay que jugar con las cartas que tenemos para presentar proyectos. La Diputación ya está preparada: hemos sido capaces de atraer a los mejores funcionarios, que piensan en clave de Ourense y controlan todos los resortes administrativos (…) Energía, termalismo, Portugal… son piezas que este gobierno puede ensamblar. Es un momento clave y el reto es apasionante. ¿Tiene fecha de apertura el centro de FP Eduardo Barreiros? Octubre o noviembre. ¿Cómo será el 2022 en la estación de Manzaneda? Ojalá pudiera preguntarle esto mismo a cualquier responsable de las otras provincias gallegas. Pero allí no hay una estación de montaña como Manzaneda. Está aquí, obra de un visionario como José Luis Outeiriño. Y tenemos la obligación de equiparla y dotarla de una gestión eficaz, teniendo claro que es la estación de Galicia. Los pasos van en la buena dirección. ¿La Ribeira Sacra será Patrimonio Mundial? Espera una mejor oportunidad, que puede ser en 2022. Terminará teniendo este reconocimiento. El vaciado de los embalses ha sido un punto de inflexión. ¿La Miño-Sil debe ser gestionada por la Xunta? El vaciado fue irresponsable y hay personas que deberán responder por ello. La gestión de la Xunta es una solución, pero la cuestión va más allá. Es lo que defendemos desde Femembalses: siendo origen de la energía habrá que tener un retorno de los beneficios.