El gobierno local, que ya tenía fecha para inaugurarla con agua potable, cambia de idea y opta por esperar

La 'bouvette' no se abrirá hasta que tenga agua termal

La inauguración de la fuente termal ('bouvette') construida al lado del campo de la feria de la ciudad era una cuestión de semanas el pasado julio. En aquel momento, con la obra prácticamente ultimada, el gobierno municipal estaba decidido a abrirla al público a pesar de que por ella no manara agua termal sino de la traída.
Sin embargo, cuatro meses después, la fuente continúa cerrada y, a falta de un cambio de última hora, el gobierno local no tiene en su agenda inmediata la apertura, ya que hay diferentes puntos de vista sobre si debe entrar en funcionamiento ya o bien es mejor esperar a su conexión con el agua termal.

En caso de que al final prevalezca, tal y como parece, ésta última opción, la fuente quedaría abocada al cierre durante un largo periodo de tiempo, ya que el suministro de agua termal a este espacio depende del desarrollo del ámbito en el que se encuentra y en el que el Plan Estratéxico Termal planea varios equipamientos.

Aún sin abrir al público, la historia de esta fuente acumula retrasos. Primero, en lo que a la realización de las obras se refiere, puesto que tenían que estar finalizadas ya en 2012. Así, el Concello las había adjudicado en diciembre de 2011 por un importe de 439.337 euros y un plazo de ejecución de seis meses. La imposibilidad de finalizar el proyecto en ese periodo de tiempo ocasionó que la empresa adjudicataria de las obras solicitase una prórroga, que le fue concedida para, posteriormente, aprobar el gobierno local, en diciembre del año pasado, un modificado sobre el mismo, sin variación del presupuesto aunque asumiendo el incremento del IVA, unos 8.123 euros.

Con la obra finalizada en verano, la fuente cuenta ya con las instalaciones necesarias para, en el futuro, conectarla con las surgencias de agua termal, aunque todavía no haya una fecha para que esto suceda. Además de la propia fuente, el proyecto contemplaba el acondicionamiento de sus alrededores, convirtiendo en zona verde un espacio anteriormente degradado en el que se ubicaban unas naves ya en desuso que el Concello compró y derribó para acometer esta actuación, una de las incluidas en el denominado 'campo de Santiago' dentro del Plan Estratéxico Termal.

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