Tras más de 72 horas activo, la Consellería de Medio Rural dio por controlado ayer el fuego que arrasó 1.600 hectáreas

Los brigadistas echan en falta mayor coordinación en el incendio de Laza

Un brigadista de la Xunta junto a un miembro del Ejército desplegado en Laza. (Foto: José Paz)
Tras más de 72 horas activo y contando con la participación de 120 militares y cerca de 230 brigadistas, y por supuesto con la lluvia que cayó ayer por la tarde en la provincia, el incendio en la parroquia de Camba, en el concello de Laza, se dio por controlado ayer, tras haber arrasado una superficie superior a las 1.600 hectáreas, entre ellas parte del espacio de la Red Natura como la Sierra de Camba, lo que lo convirtió en el incidente forestal más grande de Galicia y España durante este verano. La importancia del mismo ha justificado la visita que la ministra de Defensa, Carme Chacón, a la zona esta misma mañana.
Sin embargo, según explicaron desde la base de helicópteros de Vilamaior, en Verín, cuyos efectivos formaron parte fundamental en las labores de extinción, dicho incendio pudo haber quedado extinguido desde el pasado lunes a las 2.30 de la tarde, cuando el fuego apenas había arrasado 400 hectáreas.

Y es que según aclara el jefe de Brigada de la base verinense, Ramón Alfonso Gil, 'logramos controlarlo el mismo lunes, de hecho todas las llamas ya estaban apagadas', pero 'un error de coordinación de los medios aéreos y de algunas brigadas en tierra, provocó que el fuego se reavivara'. Según Alfonso Gil, el mando central de los medios aéreos dio la orden para que todas las unidades fueran a repostar (es obligatorio cada dos horas junto a una parada técnica de 40 minutos) y fue precisamente en ese momento cuando el fuego volvió a activarse. Gil acusa a una brigada de la empresa pública Seaga como la culpable de no controlar el fuego en tierra cuando éste volvió a encenderse, puesto 'que no estaban en el lugar indicado ya que se habían ido a comer unos bocadillos pensando que el incendio ya estaba controlado'.

Otra de las circunstancias que complicó las labores de extinción del fuego que se inició el pasado domingo, 29 de agosto a las 16:00 horas, fueron las condiciones orográficas del terreno montañoso, ya que al ser 'escarpado, presenta muchos terraplenes y laderas peligrosas', según explica el brigadista verinense Ricardo Lamas. 'Era imposible que los medios terrestres accedieramos, por lo que la intervención debía centrarse por el aire', añade.

Además, en la zona donde tuvo lugar el incendio, específicamente en la Sierra de Camba, existen muy pocas carreteras y cortafuegos. De hecho, la única pista disponible para acceder al terreno es el vial que conecta Camba con Manzaneda, por lo que la única solución para los brigadistas era esperar a que el fuego llegara a ellos o bajar por los barrancos, superando terrenos inhóspitos y luchando contra las fuertes ráfagas de viento, que hicieron que el incendio obtuviera fuerza, propagándose a otras pendientes.

En las labores de extinción trabajaron un técnico, 12 agentes forestales, 34 brigadas, 13 motobombas, tres palas, 16 helicópteros y 17 aviones, así como 120 militares de la Unidad de Emergencia (UME), un pelotón dela Escuela Naval de Marín, un segundo de León, y brigadas de A Coruña y Lugo.

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