El Complexo Hospitalario atiende en los meses de julio y agosto una media de 290 pacientes diarios

Calor, golpes y alcohol provocan un aumento del 16% de las urgencias durante el verano

Imagen del servicio de Urgencias captada en la mañana de ayer. (Foto: Xesús Fariñas )
Aunque pasear por el campo, pescar, nadar, acampar, montar en bicicleta o ir de fiesta no son, a priori, actividades peligrosas, sí conllevan un incremento de las urgencias atendidas en el Complexo Hospitalario durante los meses de verano.
La actividad diaria en las Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense se incrementa durante el verano un 16 por ciento, debido a que la gente realiza más actividad al aire libre -pasear por el campo, pescar, nadar, acampar, montar en bicicleta...-, aumentando el riesgo de sufrir patologías banales. Según el jefe del servicio, José Antonio Carballo, los traumatismos, las picaduras de insectos, las intoxicaciones etílicas y las quemaduras solares son las principales causas de demanda de asistencia sanitaria durante estos tres meses.

De este modo, el hospital pasa de atender una media diaria de 250 pacientes a 290 en verano. Así, ayer, lunes (uno de los días de la semana que registran menos demanda), realizó 270 asistencias. Asimismo, aparte de los principales usuarios del servicio, que son las personas mayores con pluripatologías que sufren alteraciones en sus enfermedades, el incremento de pacientes se corresponde con casos de consulta rápida.

En este sentido, José Antonio Carballo afirma que lo que más están viendo en urgencias son traumatismos, unos cien casos diarios, sobre todo, pequeñas fracturas de miembros, heridas y contusiones. Explica que esto se debe a la sucesión de fiestas en la provincia, sobre todo, en agosto, y a que con el buen tiempo y las vacaciones la gente sale más al campo y a la piscina. Además, destaca que los accidentes domésticos más importantes se producen en verano -muchos aprovechan el tiempo libre para hacer arreglos en sus casas e incluso en el tejado-.

Por esto mismo señala que atienden unos tres o cuatro casos diarios de picaduras de abejas y avispas y de alguna víbora. Asimismo, las fiestas influyen en el incremento de las intoxicaciones etílicas, llegando a atender en urgencias unos dos o tres casos por día, sobre todo en personas jóvenes. Sin embargo, afirma que apenas ven pacientes con quemaduras solares (alguna diaria), porque la población está muy concienciada y usa factores altos de protección solar.



El número de ingresos disminuye
El número de ingresos hospitalarios realizados a través de las Urgencias disminuye en verano un dos por ciento, según José Antonio Carballo. El horario de mayor demanda es de 11 a 21 horas, igual que en invierno, produciéndose ahora un pico asistencial diferencial entre las 22 y las 3.00 horas. En el caso de las consultas rápidas, el tiempo medio de estancia en el servicio es de hora y media.



Faltan médicos sustitutos
La falta de médicos sustitutos para cubrir el verano -ahora hay siete de vacaciones- la suplen los propios facultativos de Urgencias, realizando cada uno de ellos cerca de 200 horas mensuales, ya que el número de profesionales por turnos se mantiene. Además, la plantilla del servicio cuenta con dos facultivos menos. ‘Se nos han ido ocho médicos, pero ya hemos contratado a seis’, afirma Carballo.


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