Begoña González señala que al ver el fajo de billetes, ‘en lo primero que pensé fue en entregarlo’

Una camarera devuelve los 962 euros que un turista de Valladolid había olvidado en un local

Begoña González, la camarera que devolvió el dinero olvidado, en su puesto de trabajo. (Foto: Miguel Angel)
Una joven de 27 años, camarera en el Centro Comercial Ponte Vella, devolvió el domingo a la Policía Local una bandolera que un turista procedente de Valladolid se había dejado en el establecimiento en que trabaja y que contenía 962 euros.
Con infinita gratitud abandonó Ourense Ricardo Arce Román, un turista vallisoletano de 32 años de edad que escogió la provincia como destino de su ‘escapada’ en el puente festivo del 1 de mayo. Esta gratitud está personificada en Begoña González, una joven ourensana de 27 años que ayer se convirtió en la persona más buscada del Centro Comercial Ponte Vella, donde trabaja como camarera en ‘O Agasallo’.

Todo sucedió el sábado, cuando Ricardo Arce paró a comer en el citado establecimiento y allí se olvidó una bandolera que portaba. Begoña González, encargada del cierre del bar, custodió el objeto hasta última hora a la espera de que su dueño regresase y, ya en la calle, pasada la una de la madrugada, se lo entregó a unos agentes de la Policía Local que estaban vigilando el entorno de la Alameda para prevenir los habituales desperfectos del botellón.

Cuando los agentes abrieron la bandolera, observaron atónitos que en su interior, además de diversa documentación, había 962 euros. La Policía Local comenzó entonces la búsqueda del turista, al que finalmente localizaron en Manzaneda, donde había ido a pasar la noche. De hecho, lo despertaron y el joven manifestó su intención de recoger la bandolera el domingo, antes de partir hacia Valladolid. Ya con los agentes, mostró su gratitud y su deseo de contactar con la joven, aunque finalmente no se produjo la llamada, según comentó la camarera.

Begoña González restaba ayer importancia a su gesto de civismo y honradez (como así lo calificó la Policía Local) y señaló que ella es la encargada del cierre del local. ‘Al ver que era un fajo de billetes, lo primero que pensé fue en entregarlo’, señaló. De hecho, no ha sido la primera vez que en este bar custodian objetos perdidos: ‘No hace mucho, devolvimos una cartera que tenía 300 euros y resultó ser de un cliente habitual’, dice, al tiempo que señala su ‘sorpresa’ por la repercusión de su gesto.

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