Lucha contra el botellón

El camión de limpieza despejó el botellón en la ciudad a "manguerazos"

Uno de los precintos en la Plaza de San Antonio.
photo_camera Uno de los precintos en la Plaza de San Antonio.
No se detuvo ni se sancionó a nadie, pero sí se levantaron actas a establecimientos que no cerraron a su hora o que no se ajustaron a la licencia que tenían.

Ni precintos ni presencia policial: la solución realmente efectiva para despejar las calles del botellón fue el camión de la limpieza. Según fuentes policiales, los conductores apuntaron a  grupos de bebedores que no tuvieron más remedio que levantarse y marchar ante el incipiente oleaje. 

Sin embargo, pese a esta intervención de madrugada, la noche fue pacífica. “Hubo movimiento, pero no peleas, sí algunas llamadas por chavales que estaban molestando o bares que incumplían el horario, poco más”, explican desde el turno de noche de la Policía Local. 

Como la madrugada del sábado se esperaba más fuerte que las anteriores, los cuerpos de la Local y la Nacional se coordinaron para vigilar las zonas más conflictivas, Además, esta vez sí se precintaron algunas zonas como la Alameda, la plaza de San Antonio, el Auditorio o Santo Domingo con Concordia entre otras. El viernes, pese a que eran obligados los encintamientos, no se puso ninguno y el botellón siguió su curso en algunas zonas “porque no había cinta en la Jefatura”. Un día después, sin embargo, como refleja un agente tirando de ironía, “aparecieron los rollos, nunca tuvimos tantos”. 

Con todo, no se detuvo ni se sancionó a nadie, pero sí se levantaron actas a establecimientos que no cerraron a su hora o que no se ajustaron a la licencia que tenían. Lo mismo ocurrió con el exceso de veladores, un episodio que se repite cada semana sin excepción.

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