La Casa de Galicia en Madrid homenajea al poeta celanovés Manuel Curros Enríquez

Antonio Mouriño, Xosé Ramón Barreiro y Alfonso Sobrado.
La Casa de Galicia en Madrid se convirtió ayer en el escenario para la celebración de dos intensos días de actos con motivo del homenaje a Manuel Curros Enríquez en el centenario de su muerte. Xosé Ramón Barreiro, presidente de la Real Academia Galega, fue el encargado de abrir estas jornadas.
‘Cien años sin Curros’. Con estas palabras, el director de la Casa de Galicia, Alfonso Sobrado Palomares, inauguró el homenaje en Madrid al insigne gallego Manuel Curros Enríquez, acto que contó asimismo con la presencia del alcalde de Celanova y presidente de la Fundación Curros Enríquez, Antonio Mouriño, quien recordó que fue Madrid, precisamente, la ciudad que acogió al poeta cuando era todavía un niño y que lo elevó al más alto pedestal del periodismo de la época. Para Mouriño, la conmemoración del centenario está demostrando la vigencia de su mensaje poético y la actualidad que todavía mantienen muchísimos de sus artículos periodísticos. Recordó también que la Casa de Curros en Celanova se ha convertido en un referente indiscutible en el panorama literario y cultural gallego y aprovechó la ocasión para agradecer al presidente de la Real Academia, la ‘importante ayuda’ que esta institución está ofreciendo en el desarrollo del Centenario.

Xosé Ramón Barreiro, por su parte, hizo una especial referencia a la época madrileña del escritor, ciudad que se convirtió en su ‘hogar y patria’, donde Curros dibujó su perfil ideológico y político. Una etapa intensamente vivida en aquel Madrid de las ideas progresistas que tanto calaron en el poeta y que eran el alma de toda España. Recordó Barreiro sus comienzos en el periódico ‘El Combate’, defensor a ultranza de la República más radical, en el que conformó su republicanismo y moldeó una sensibilidad especial hacia las ideas sociales que corrían por el mundo. Habló de su trabajo después en ‘El Imparcial’ y recordó como dijo haber derramado lágrimas de alegría con la llegada sin sangre y sin guerra de la República, la misma que se fue desmoronando poco a poco. No dejó Barreiro de evocar la pasión y el amor de Curros por su Galicia natal, la tierra que le dio su plasma intelectual y con la que tuvo un compromiso hasta el fin de sus días. Para finalizar, la compañía de teatro Casa Hamlet ofreció un recital-concierto poético sobre la obra de Manuel Curros Enríquez. Durante 50 minutos se recitaron 20 poemas de Curros, entre ellos ‘O Gaiteiro’, ‘O Mayo’ y ‘A Rosalía’.


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