Cerca de 200 gallegos han hecho testamento vital a través del Registro Gallego de Instrucciones Previas (REGAIP) -vigente desde febrero de 2008- para dejar constancia de su voluntad en el caso de que pierdan su capacidad para decidir cuidados y tratamientos médicos.
Fuentes de la consellería de Sanidade explicaron que los inscritos hasta abril de 2009 fueron 180, de los que más de cien son mujeres. Por provincias el mayor número de demandas corresponden a A Coruña con cien mientras que donde menos se registraron fue en Ourense donde no se llegó la veintena.
El REGAIP de Galicia fue uno de los últimos de España en entrar en vigor junto con el de Extremadura donde se aprobó en enero de 2008 y que cuenta con un registro menor al gallego, de 40 testamentos vitales o documentos de instrucciones previas.
Cada provincia gallega dispone de una sede para este registro y en el caso de Ourense, su responsable Manuel Fleire, explicó que el bajo número de registros quizá se deban a la falta de información y divulgación del documento.
Según Fleire, a la falta de conocimiento de este registro quizá se le suma su nombre inadecuado pues instrucciones previas puede llevar a malentendidos y de hecho, hay personas que ponen de manifiesto temas que no quedan amparadas por el registro.
En ese sentido explicó que en los testamentos vitales de Ourense, algunos explican que no quieren recibir flores en su velatorio, que quieren ser incinerados o que no quieren que asista un vecino o familiar concreto.
Los interesados en dejar constancia de su última voluntad en relación a los cuidados sanitarios, según Fleire, deben recoger un documento tipo en la sede del registro situada en la delegación de Sanidade en la ciudad y luego leer con calma, cubrir los cuadros y llevar ante notario o con varios testigos.
El documento debe entregarse en la sede del REGAIP junto con el nombramiento de un representante y de forma inmediata, quedará custodiado y pasará a tener una reseña en la historia médica de la persona que lo firmó de forma que cuando un médico abra el historial informatizado, sabrá que esa persona tiene un documento de voluntades previas.
Con ese documento, según Fleire, cada persona deja decisiones tomadas para cuando no tenga capacidad para tomarlas en cuestiones como si quiere que se le prolongue o no la vida, si quiere donar o no sus órganos y el tipo de cuidados y tratamiento que quiere.
En abril de 2009, el registro estatal (RENIP) tenía 49.774 documentos previos o testamentos vitales y por comunidades autónomas, el número de registros es mayor en aquellas que cuentan con esta posibilidad desde hace más tiempo como Cataluña, que lo aprobó en 2002 y tiene 16.261 o Andalucía que tiene 10.890 desde el año 2004.
También se da el caso contrario, de CCAA como Cantabria cuyo registro se inició en 2002 y sólo cuenta con 680 documentos.
El registro gallego centrará una de las conferencias previstas en la ciudad de Ourense en el programa del Día Mundial de la Salud y correrá a cargo del gerente de Atención Primaria en Ourense, Manuel Blanco, que explicó que será una charla divulgativa pues atribuyó a la falta de información, el reducido registro en la provincia.
El REGAIP de Galicia fue uno de los últimos de España en entrar en vigor junto con el de Extremadura donde se aprobó en enero de 2008 y que cuenta con un registro menor al gallego, de 40 testamentos vitales o documentos de instrucciones previas.
Cada provincia gallega dispone de una sede para este registro y en el caso de Ourense, su responsable Manuel Fleire, explicó que el bajo número de registros quizá se deban a la falta de información y divulgación del documento.
Según Fleire, a la falta de conocimiento de este registro quizá se le suma su nombre inadecuado pues instrucciones previas puede llevar a malentendidos y de hecho, hay personas que ponen de manifiesto temas que no quedan amparadas por el registro.
En ese sentido explicó que en los testamentos vitales de Ourense, algunos explican que no quieren recibir flores en su velatorio, que quieren ser incinerados o que no quieren que asista un vecino o familiar concreto.
Los interesados en dejar constancia de su última voluntad en relación a los cuidados sanitarios, según Fleire, deben recoger un documento tipo en la sede del registro situada en la delegación de Sanidade en la ciudad y luego leer con calma, cubrir los cuadros y llevar ante notario o con varios testigos.
El documento debe entregarse en la sede del REGAIP junto con el nombramiento de un representante y de forma inmediata, quedará custodiado y pasará a tener una reseña en la historia médica de la persona que lo firmó de forma que cuando un médico abra el historial informatizado, sabrá que esa persona tiene un documento de voluntades previas.
Con ese documento, según Fleire, cada persona deja decisiones tomadas para cuando no tenga capacidad para tomarlas en cuestiones como si quiere que se le prolongue o no la vida, si quiere donar o no sus órganos y el tipo de cuidados y tratamiento que quiere.
En abril de 2009, el registro estatal (RENIP) tenía 49.774 documentos previos o testamentos vitales y por comunidades autónomas, el número de registros es mayor en aquellas que cuentan con esta posibilidad desde hace más tiempo como Cataluña, que lo aprobó en 2002 y tiene 16.261 o Andalucía que tiene 10.890 desde el año 2004.
También se da el caso contrario, de CCAA como Cantabria cuyo registro se inició en 2002 y sólo cuenta con 680 documentos.
El registro gallego centrará una de las conferencias previstas en la ciudad de Ourense en el programa del Día Mundial de la Salud y correrá a cargo del gerente de Atención Primaria en Ourense, Manuel Blanco, que explicó que será una charla divulgativa pues atribuyó a la falta de información, el reducido registro en la provincia.
