El Centro permanente de adultos realiza cursos de alfabetización para atender las carencias de 25 alumnos mayores

Casi 5.000 personas en Ourense no saben todavía leer ni escribir

La profesora Amalia Vázquez, izquierda, con los alumnos que aprenden a leer y escribir. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Un libro, un cartel indicador o esta misma página pueden convertirse en un jeroglífico difícil de resolver para cualquiera de los 4.700 ourensanos que, según los últimos datos de población del Instituto Galego de Estatística, no saben leer ni escribir. Es una cifra, referida al primer trimestre de este año, que implica que el 1,40% de los habitantes de la provincia todavía cuentan con competencias lectoescritoras prácticamente nulas; es decir, son analfabetos.
Pero detrás de cada número, se encuentran las historias de vida de muchas personas que, en su momento, quisieron estudiar y formarse, y no pudieron, por diversas circunstancias de la vida y porque hubo tiempos difíciles que se lo impidieron.

Es el caso de casi todos los 'alumnos' que asisten al curso de Ensinanzas Básicas Iniciais en el Centro de Educación Permanente de Adultos del barrio ourensano de O Couto. En el nivel uno, la profesora de todos ellos, Amelia Vázquez, enseña a leer y a escribir a un grupo de unos 25 alumnos, la mayoría de más de 50 años.

Sus necesidades e inquietudes son muchas, entre ellas, 'poder defenderse a la hora de presentar un escrito en cualquier organismo o enfrentarse a cualquier situación cotidiana', explica la docente. 'Además de aprender, se crea un vínculo afectivo muy importante entre ellos, por el que incluso se muestran reticentes a pasar de nivel', añade.


LA PRIORIDAD

No obstante, la prioridad, confiesa esta profesora, es la de 'que estén totalmente integrados en la sociedad, que los valoren y que no los marginen'. En sus clases, además de los cuadernos de caligrafía, son habituales los juegos y los talleres, porque hay que vencer un enemigo invisible que a veces hace acto de presencia, y es a vergüenza.

'Tienen muchas ganas de trabajar, pero es necesario motivarlos. Un simple aplauso para poner en valor lo que hacen y valorar su esfuerzo es fundamental', sentencia la profesora.

Amalia Vázquez, que lleva al frente de este curso de alfabetización cinco años, explica que es 'muy reconfortante ver cómo avanzan los alumnos y contribuir a ayudarles'.

Todos los que superen los distintos niveles formativos, podrán seguir formándose en la Enseñanza secundaria obligatoria (ESO), un sueño que comparten algunos. No obstante, para ellos, más allá de otros proyectos, lo fundamental, tal y como concluye una alumna, 'es aprender a leer y a escribir para no tener que andar a ciegas por la vida'.

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