El verano avanza y la temporada alta de turismo se encuentra en su apogeo a las puertas del mes de agosto. Ya es habitual encontrarse con grupos, familias o parejas de visitantes en las calles de la ciudad.
Este es el caso de Noelia Salcedo, que junto a sus padres y su hermana llegan a Ourense desde Barcelona. “Hemos venido especialmente a ver la Catedral”, comenta Noelia, quien destaca que sus padres acuden a la ciudad por segundo año consecutivo. Aunque a la familia le gusta “más que la de Santiago”, cree que “está muy escondida y no tiene tanta publicidad” como el templo compostelano. “Deberían explotar mejor esta maravilla”, señalan. Además, Noelia y su hermana visitarán las termas por primera vez antes viajar a otros puntos de Galicia.
Andoni Zapirain y Oneka Dagerrassar tienen una opinión parecida. Esta pareja procedente de San Sebastián repite el viaje que hicieron el año pasado, en el que “nos tocó sufrir la lluvia”. Con la expectativa de una mejor previsión, decidieron volver a “dar una vuelta por la ciudad e ir a las termas”. A pesar del mal tiempo del año anterior, la ciudad “nos gustó mucho, su arquitectura, su comida, su gente…”. Andoni y Oneka ya conocían ciudades gallegas como Pontevedra o Santiago, por lo que decidieron atreverse con Ourense, que resultó ser “una sorpresa muy bonita”.
Buscando zonas verdes llegaron desde Madrid Eugenia Suárez y sus dos amigas. Como no conocían la ciudad y les comentaron que “se come muy bien”, se lanzaron para aprovechar “un buen rato de termas y salir a ver los cañones del río Sil”.
