Caza y limpieza de fincas son las medidas “más efectivas” contra los jabalíes en Ourense

Imagen de un jabalí, cuya sobrepoblación provoca la declaración de la emergencia cinegética.
photo_camera Imagen de un jabalí, cuya sobrepoblación provoca la declaración de la emergencia cinegética.
Tecores, ganaderos y ecologistas piden que actúe la Xunta de Galicia para poner freno a la sobrepoblación de jabalíes en Ourense

La actual sobrepoblación de jabalíes en la provincia se explica a partir de la despoblación del rural, el abandono de fincas en zonas periurbanas o la falta de depredadores. El incremento de ejemplares es notable desde hace años, y así se aprecia en el incremento de accidentes de tráfico (el 35% de los siniestros en 2022 se produjeron a causa de suidos) y de daños agrícolas. “A alarma aparece cando chega un xabarín á cidade, pero onde causa o dano é no rural”, asegura Xosé Ramón González, ganadero y responsable de producciones extensivas en Unións Agrarias (UUAA). 

Tecores, ganaderos y ecologistas reclaman soluciones a la Xunta, y señalan que las medidas impulsadas hasta el momento no han sido efectivas. Consideran la caza y la limpieza de fincas, sobre todo en zonas periurbanas, como las principales herramientas para frenar el crecimiento y expansión de los ejemplares. “Es un tema complejo de solucionar, pero la población no va a seguir creciendo de forma indefinida. De hecho, en otras regiones españolas ya se habla de haber alcanzado el techo”, comenta Antonio Mota, secretario de la Unión de Tecores de Galicia (Unitega). 

Serafín González, de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), defiende el control de aquellos ejemplares que supongan un problema para la seguridad de las personas, como la manada de Covadonga: “Igual é preciso chegar ao sacrificio e ademais non é unha especie que estea en situación de perigo”. En la misma línea, Antonio García, presidente de la Federación Ourensana de Caza, asegura que sin actividad cinegética, la población sería mucho mayor: “É a través da caza como se pode mitigar esta situación”. 

Por otra parte, la limpieza del monte y de fincas periurbanas evitarían la proliferación de manadas. “Os desbroces impiden que teñan máis alimento e zonas onde esconderse e, polo tanto, sigan crecendo”, apunta González. Además, los expertos piden a la población evitar alimentar o dejar residuos al alcance de los jabalíes: “A xente non se decata do perigo de que haxa exemplares soltos cerca da casa”. 

En el rural, Xosé Ramón González insiste en los daños: “É unha verdadeira praga. Os que cultivamos temos cada vez máis perdas, a xente deixa de cultivar fincas polos destrozos e hai risco de transmisión de enfermidades”. En la misma línea, reclama responsabilidades a la Xunta: “Alguén se ten que facer responsable dos danos, se os tecores non o son, é Medio Ambiente, xa que é quen xestiona a fauna salvaxe”.

La emergencia cinegética permite la caza de jabalí durante todo el año

Aunque la temporada de caza termine el próximo 27 de febrero, las batidas podrán continuar en la mayoría de concellos ourensanos -excepto los de la Baixa Limia-, debido a la emergencia cinegética activada por la Xunta. “Onde hai danos agrícolas, ou de calquera outro tipo, os cazadores poden solicitar batidas a Medio Ambiente para poñer solución”, explica Antonio García, de la Federación Ourensana de Caza. “Nós estamos aí para axudar e colaborar coa administración e con quen nolo pida cando sexa preciso”, remarca. 

Sin embargo, Serafín González recuerda que el estado de emergencia cinegética -activado por primera vez en 2019 en ciertos municipios de la provincia- no ha supuesto un cambio notable en la expansión de la especie. Defiende la importancia de los depredadores como elemento de equilibrio natural: “Por moita animadversión que a Xunta lle teña ao lobo, é o principal factor de control das poboacións de porco bravo, polo que se hai menos lobos, hai máis danos”. 

Pero ganaderos como Xosé Ramón González no creen que esta pueda ser la solución: “Xa estamos tendo problemas co lobo en explotacións gandeiras próximas á Serra da Culebra ( Zamora). Semella que os que pagamos as consecuencias somos sempre os mesmos”.

Te puede interesar