El manantial recuperado por los vecinos es zona inundable, aunque sí puede ser embellecido
La recuperación del desaparecido balneario de As Caldas se antoja imposible. Su proximidad al río Miño y, por tanto, dentro de los límites de las avenidas de los 100 y de los 500 años, impedirán cualquier medida que sobrepase el mero adecentamiento del manantial, que se ocuparon de recuperar los vecinos de la zona para aprovechar sus aguas medicinales. El futuro puede ser el mismo que el de las pozas públicas de A Chavasqueira u Outariz. Los terrenos de As Caldas son privados pero forman parte del dominio público hidráulico, donde rigen las directrices de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, y este organismo vetará cualquier construcción que se ubique en una zona inundable.
La concejala de Urbanismo. Aurea Soto, precisaba ayer que el desarrollo urbanístico de esta zona, la AR-36-N, colindante con el Campo de Santiago -donde se ubica la buvette, ya recepcionada por el Concello-, está incluido en la ordenación provisional aprobada por la Xunta, pero sin desarrollar. Con todo, señaló, poco más cabe que la recuperación del manantial propiamente dicho y el embellecimiento del entorno, pero tampoco se podrá plantear un balneario como el que hubo a comienzos del siglo XX, aunque el anterior gobierno bipartito del Concello lo llegase a planificar, en el mandato de 2007-2011.
Por su fuera poco, un arroyo desemboca en el río Miño muy cerca del manantial de As Caldas, dificultando aún más cualquier desarrollo urbanístico en el lugar, porque el riachuelo y sus orillas entran también en la competencia de la Hidrográfica.
