Reportaje

La cigüeña elige Ourense: la población creció en 2021

Imagen de la pareja de cigüeñas que anidó esta primavera en el Polígono de San Cibrao (NANCY BLANCO).
photo_camera Imagen de la pareja de cigüeñas que anidó esta primavera en el Polígono de San Cibrao (NANCY BLANCO).
El número de pollos descendió respecto al año pasado, debido al clima

La población de cigüeñas crece en la provincia, un año más. El III Censo Cigüeña Blanca realizado por voluntarios y colaboradores de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) contabiliza un total de 286 nidos ocupados, una veintena más que en 2020. “Es evidente el crecimiento de la población en nuestra provincia”, explica Nancy Blanco, coordinadora del censo, que incide en la importancia de realizar un registro anual para conocer la evolución real de la presencia de las aves.

Pero pese al incremento de nidos, ocupados por sendas parejas de cigüeñas, el número de pollos “volados”  (aquellos que alcanzaron la madurez para volar) descendió levemente con respecto al pasado año. En total, SGHN registró 521 aves recién nacidas, 157 menos que en 2020. Las duras condiciones climatológicas en el momento de la cría, como fuertes lluvias o tormentas que inundaron o provocaron la caída de numerosos nidos, impidieron su supervivencia. “Además, muchos nidos cayeron en zonas con abundante vegetación y no se puede determinar con exactitud qué ha pasado, debido a la dificultad del terreno”, apunta Blanco.

Por comarcas

A Limia sigue siendo la comarca ourensana favorita de las cigüeñas: la gran mayoría de los nidos detectados (en torno a 200) se encuentra en el entorno de la antigua Lagoa de Antela. “De hecho, este año aparecieron nidos nuevos en la zona”, detalla la coordinadora del censo. Tras A Limia, Maceda alberga la segunda mayor población de cigüeñas, con un total de 40 nidos, y O Barco, la tercera, con 37. 

Otras zonas de la provincia, como O Barco, A Gudiña, Viana, Allariz o San Cibrao, también acogen parejas, aunque el número de parejas es muy inferior (menos de una veintena).

Los nidos de cigüeña

Las cigüeñas regresan cada invierno a la provincia y vuelven a ocupar sus antiguos nidos para criar, por lo que es de vital importancia que sus “hogares” sigan en el mismo lugar donde los dejaron. La mayoría de los nidos están situados en árboles, en postes artificiales y en tendidos eléctricos. Pero los voluntarios comprobaron este año cómo muchas de las plataformas ocupadas por cigüeñas han ido desapareciendo por falta de mantenimiento o reposición. “Hemos comprobado que las parejas que perdieron estas bases buscaron tendidos de luz para construir sus nuevos nidos”, relata Blanco.

En la ciudad, la pareja del Casco Viejo tuvo que buscar un nuevo asentamiento tras perder el anterior (la grúa de obra de la calle Pelaio) y terminó criando en la grúa del Museo Arqueolóxico, al no intervenir el Concello para encontrar otro asentamiento más adecuado. 

El censo de cigüeña

Aunque este no es el primer censo elaborado tras la irrupción de la pandemia, las restricciones han vuelto a dificultar el trabajo de los voluntarios. En muchos casos, se han enfrentado de nuevo a restricciones de movilidad que complicaron el seguimiento de las parejas. Cada colaborador se encarga de ciertos nidos y realiza, al menos, tres visitas (a la llegada de las cigüeñas, en el momento de la cría y en el de madurez de los pollos) para documentar su estancia. “Gracias a todos los voluntarios y a su interés podemos realizar esta labor tan importante”, agradece Nancy Blanco.

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