Las más de 200 parejas de cigüeñas que residen desde invierno en la provincia inician estos días su emigración hacia el sur. “Ahora mismo estamos en la etapa de marcha del grupo grande, en el que viajan los adultos mezclados con los pollos que nacieron este año”, explica Nancy Blanco, portavoz de Amigas das Cegoñas. Los ejemplares más pequeños, así como parte de los adultos (sobre todo las hembras, agotadas tras los meses de incubación), esperarán varias semanas más para empezar el viaje.
El desplazamiento masivo de aves explica que se hayan visto recientemente bandadas de más de medio centenar de ejemplares en concellos como Montederramo o Maceda. “Se están juntando para hacer el viaje porque lo hacen todas juntas. Descienden a la vez para comer y para dormir, y luego retoman el vuelo”, apunta Blanco. Las cigüeñas se dirigen hacia el sur de la Península, y muchas ya no cruzarán el estrecho de Gibraltar. “Estas aves han ido evolucionando con la dinámica del ser humano. Ahora mismo consiguen alimentos sin necesidad de cruzar el estrecho, en los muchos vertederos al aire libre que hay en la zona sur”, detalla. Además, llegar al norte de África supone un sobreesfuerzo que, muchas veces, puede provocar la muerte de los ejemplares. “Ellas planean, por lo que dependen de la climatología, si no hay un buen día para planear, acaban cayéndose al mar”, asegura.
Un buen año
Voluntarios de Amigas das Cegoñas visitan desde invierno los nidos de las aves en la provincia, lo que les permite elaborar un censo y conocer el estado de las parejas ourensanas. “Este ha sido un buen año gracias a la climatología. El alimento ha sido abundante y se han sacado adelante casi todas las nidadas”, explica Blanco. La ausencia de olas de calor en primavera y lo que va de verano ha permitido que los pollos sobreviviesen, ya que es común que, ante temperaturas muy altas, las aves recién nacidas se precipiten del nido.
En cuanto a las cigüeñas que residieron en la provincia, las cifras se mantienen estables respecto a otros años: “Hubo pérdida de parejas en zonas como O Barco, pero crecen en Maceda o A Limia”. Blanco señala el abuso de pesticidas y malas prácticas con la gestión de purines en A Limia, que dificulta la alimentación de las aves.
