El Aula da Natureza del río Miño organizó ayer una jornada de diversión y aprendizaje para los más pequeños. De esta manera, un total de 27 niños, que participan en las actividades del centro durante este mes de agosto, acudieron al camping de Untes para presenciar la liberación de cinco cigüeñas criadas en cautividad. Los ejemplares, que aún son crías, pero que ya están preparadas para vivir de forma independiente, procedían del Centro de Recuperación de Fauna del Alto del Rodicio (Maceda).
Las cigüeñas son animales migratorios que llegan a tierras gallegas en el mes de febrero para regresar a África tras el verano, en busca de temperaturas más agradables. La concejala de Educación, Ana Garrido, señaló la importancia de estas actividades para los niños porque se contribuye 'coa biodiversidade da zona' y se ayuda a los pequeños 'a coidar e valorar o patrimonio', a través de actividades didácticas y divertidas.
Por su parte, el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, que fue el encargado de liberar a uno de los animales, destacó que este tipo de iniciativas del Aula da Natureza ayudan 'a conciliar a vida familiar e laboral' de los ciudadanos.
A pesar de que al principio las aves se hicieron las remolonas y ante la presencia de los asistentes se sintieron abrumadas para emprender el vuelo, fue la última en liberarse la que abrió camino a las demás, para que el cielo sobre el Miño se cubriese con cinco puntos negros planeando por encima de los sorprendidos niños. El próximo año estos ejemplares volverán al mismo lugar del que han partido, esta vez con sus familias formadas, lo que ayudará a la recuperación de esta especie. Ana Garrido señaló que 'a cegoña é cada vez máis habitual na paisaxe ourensana'.
Por su parte, el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, que fue el encargado de liberar a uno de los animales, destacó que este tipo de iniciativas del Aula da Natureza ayudan 'a conciliar a vida familiar e laboral' de los ciudadanos.
A pesar de que al principio las aves se hicieron las remolonas y ante la presencia de los asistentes se sintieron abrumadas para emprender el vuelo, fue la última en liberarse la que abrió camino a las demás, para que el cielo sobre el Miño se cubriese con cinco puntos negros planeando por encima de los sorprendidos niños. El próximo año estos ejemplares volverán al mismo lugar del que han partido, esta vez con sus familias formadas, lo que ayudará a la recuperación de esta especie. Ana Garrido señaló que 'a cegoña é cada vez máis habitual na paisaxe ourensana'.
