La Asociación O Cimborrio se ha quejado la situación vivida por una familia residente en el Casco Vello de Ourense de madrugada el pasado fin de semana.
En el comunicado emitido por la asociación señalan que todo comenzó cuando un vecino de la zona llamó a la Policía Local porque el "alto volumen de la música del establecimiento situado debajo de su casa no le permitía dormir". Al poco tiempo, según explican, llegó una patrulla a la zona y tras pasar un rato en uno de los vehículos, se dirigieron a la vivienda de la persona que dio el aviso.
Desde O Cimborrio señalan que los cuatro agentes presentes finalmente en la zona pasaron "15 minutos hablando entre ellos y mirando continuamente hacia la vivienda del denunciante". Este último habría vuelto a llamar a la centralita para preguntar por qué le llaman a él en lugar de comprobar el volumen de la música, a lo que supuestamente los agentes habrían respondido por la falta de apellidos.
Además, la asociación señala que los agentes no contaban con ningún medidor acústico y que apenas estuvieron "escasos 30 segundos" comprobando el volumen del local. Indican que "saludaron y marcharon" y que luego "la música no cesó", convirtiendo el resto de la noche en "un infierno para la familia denunciante", que además explican que "sufrieron el acoso de la clientela del local".
Desde O Cimborrio, ante este tipo de situaciones "reclaman una actuación inmediata y eficiente de los responsables de la Policía Local" y que los agentes actúen de forma "ética y profesional" para garantizar la seguridad de todos".
