La ausencia de variantes completas en la ciudad satura las comunicaciones con los municipios próximos

La circunvalación Este no llega a 500 coches diarios en el tramo de Rairo

El entorno de la ciudad es el área que concentra las mayores intensidades de tráfico en la provincia, de ahí la necesidad de circunvalaciones que agilicen la circulación no sólo en el área urbana, sino también en sus accesos.
Así, la vía que soporta más tráfico en el entorno de la ciudad es la A-52, con 13.000 vehículos diarios, mientras la N-120 o la N-525 rondan los 7.000 en los tramos de acceso (aunque esta cifra se incrementa en a su paso por la ciudad, por encima de los 20.000). También la carretera de Celanova alcanza una intensidad media de 6.400 vehículos al día, pero en su tramo más próximo a la ciudad supera los 9.000 vehículos. La carretera de A Derrasa (OU-536) tiene un tráfico medio de 4.900 vehículos al día, si bien en el área urbana ronda los 13.000. La conexión de esta vía con el área industrial de Pereiro y San Cibrao registra 9.800.

Aliviar estas cifras de tráfico es el objetivo de las nuevas vías. Entre ellas se encuentra la circunvalación Este, de la que sólo se ha construido la mitad (dos de sus cuatro fases). Es por ello que las cifras de tráfico que alcanza son muy reducidas. Así, en su primer tramo (Os Viros-A Granxa), su intensidad media de circulación es de 2.068 vehículos al día. Sin embargo, la segunda (entre A Granxa y Rairo), permanece como una de las menos utilizadas por parte de los conductores, ya que su intensidad media de circulación está en 457 automóviles al día. La diferencia entre ambos tramos está en que el primero conecta la carretera de A Derrasa con la de Santa Mariña y Maceda, mientras la segunda finaliza en una rotonda en Rairo, que enlaza con la carretera que sube a O Cumial, vía en deficiente estado.

Además, la circunvalación no alcanzará su sentido hasta que esté acabada y una la mencionada OU-536 con la N-525. Ya está en ejecución la tercera fase, entre Rairo y Benposta, cuya fecha oficial de conclusión es el próximo julio, si bien aún se encuentra notablemente retrasada. Mientras, la Xunta está redactando el proyecto de la cuarta fase (Benposta-A-52), y de momento no ha ofrecido plazos de conclusión. En todo caso, el Plan Move de la Consellería de Infraestructuras fija la entrada en servicio para 2013. Teniendo en cuenta que las obras de la primera fase comenzaron en el 2000, la construcción de esta vía de ocho kilómetros se habrá prolongado 14 años.

Pero la agilización del tráfico en la zona urbana también depende de otro importante proyecto, la circunvalación Norte, que se comenzó a tramitar hace ya 17 años. Fomento acaba de convocar las expropiaciones, pero no ha anunciado aún el inicio de obras ni su entrada en servicio. La vía conectará las carreteras N-525 a la altura del puente de Velle y N-120 junto al acceso a la A-52, que prevé desviar unos 6.000 vehículos del área urbana. Sin embargo, su presupuesto de 160 millones es excesivamente alto para un tramo de sólo cinco kilómetros, lo que pone en duda su ejecución en tiempos de crisis.

Tampoco está registrando otra vía de nueva construcción, el nuevo acceso al Carrefour, ya que el rodeo que implica hace que los conductores opten por las vías tradicionales. En el futuro conectará con la ronda Bulevar, pero el Plan Move de la Xunta no fija su entrada en servicio hasta 2017.

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