La cita previa que instauró el covid castiga al ciudadano

Vecinos esperando para realizar trámites administrativos en las oficinas del Concello.
photo_camera Vecinos esperando para realizar trámites administrativos en las oficinas del Concello.
Las medidas adoptadas a raíz de la pandemia siguen en vigor en numerosas Administraciones

Desde que el covid-19 hizo su aparición en el año 2020, la vida diaria de gran parte de la sociedad se vio sustancialmente modificada. Ejemplo de esta situación fueron las administraciones públicas, organismos como el Sergas o el SEPE tuvieron que modificar sus modos de proceder en lo que a trámites administrativos se refiere, introduciendo la obligatoriedad en la cita previa. Esta situación pandémica provocó que acciones cotidianas como la solicitud de la Chave 365 o la inscripción como demandante de empleo requiera la necesidad de tener una cita previa preasignada, vía online o telefónica, para ser atendido. 

Sin la cita previa prometida

Sumado a la obligatoriedad se encuentra el hecho de tener que aguardar el turno a la intemperie, como sucede en el caso de los que necesitan acercarse hasta la oficina de empleo situada en la Rúa do Progreso. A su vez, esta necesidad de pedir cita ya se encontraba vigente, antes de la pandemia, en otros trámites como es la expedición del DNI o del pasaporte que siempre han necesitado tener vez para ser atendido.

Esta situación choca con el control actual en que se encuentra la pandemia, la cual ha dado pie a levantar toda clase de restricciones como ha sucedido con la retirada de la mascarilla del transporte público el próximo 7 de febrero, pero que a la vez sigue manteniendo protocolos de prevención como estos. Por el contrario, el Concello de Ourense no llegó nunca a imponer la cita obligatoria, ni siquiera en el punto más álgido de la pandemia, a pesar de los anuncios realizados que el regidor ourensano, Gonzalo Pérez Jácome, en esta materia en 2022 y en 2021. En estos años Jácome anunció la implantación de un sistema que aliviase las colas multitudinarias de ciudadanos a la espera de acceder a la oficina del padrón municipal, algo que sigue en el aire.

Dificultades administrativas

Ante este escenario de tener que solicitar cita para llevar a cabo casi cualquier trámite, Marta Lois, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la USC y experta en Gobierno Local, incide en las desventajas que trae el mantenimiento de esta obligación para los más mayores y en función de condiciones socioeconómicas: “Hai unha fenda, tanto xeracional como económica, ao esixir cita previa nas administracións públicas”. Este modo de proceder en las administraciones genera que gente con menos recursos o con edad avanzada no pueda realizar, en tiempo y forma, los trámites administrativos pertinentes al no comprender el lenguaje informático, no disponer de medios telemáticos o no tener capacidad económica para asumir el coste de contratación de los servicios de una gestoría.  Marta también hace hincapié en la incompatibilidad de este modelo con los contratiempos que pueden acompañar esta clase de procedimientos: “É unha mala práctica que non se combine coa posibilidade de que cada persoa poda vir sen avisar, como en caso de emerxencias”, explica Lois.

Desde el punto de vista legal, entra en juego la Ley 1/2015, de 1 de abril, de garantía de la calidad de los servicios públicos y de la buena administración en la que se cita el derecho de los ciudadanos a “una administración eficaz”.  En relación con esta vertiente del problema, Lois reitera que “non debería ser obrigatoria”, además de cuestionar su legalidad: “Desde o punto de vista legal, hai dúbidas sobre que esta obrigatoridade sexa posible”. Ella misma cuenta que las quejas relacionadas con este tema son muy comunes en el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, del que es conocedora  por su vinculación laboral como concejala: “Na Comisión de Queixas do Concello de Santiago moitos cidadáns e cidadás queixanse de que cando se lles outorga unha data, en moitas ocasións, sobrepasa o prazo permitido para o seu trámite”. 

Horarios complicados

Por otra parte, la disponibilidad horaria de los propios usuarios debido a motivos laborales o académicos, entre otros, dificulta cuadrar muchas veces un momento disponible en la agenda administrativa que sea viable para el propio usuario. Algo así destaca Cristina Pérez, paciente del Centro de Saúde A Ponte, que centra su queja en las dificultades que le generan los horarios disponibles para poder gestionar cuestiones de gran importancia como son las relacionas con la salud: “Es incomprensible que solo tengas un par de horas por la mañana para hacer trámites administrativos tan importantes como son el certificado covid-19 o  el cambio de médico de cabecera”, comenta visiblemente molesta.

En otras ocasiones, la disponibilidad de los ciudadanos para llevar a cabo sus quehaceres administrativos no es el mayor inconveniente para poder desempeñar dichas tareas. Esto pasa en trámites de importancia como la expedición del DNI o del pasaporte, siendo este último un punto conflictivo en lo que tiene que ver con días disponibles en la agenda de la comisaría de policía. Concretamente, la comisaría de policía nacional de Ourense no tiene ninguna fecha disponible en más de 10 días para poder hacerse el pasaporte.

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