Hay un cambio de tendencia muy claro en el sector del automóvil. Los vehículos propulsados con energías fósiles se están vendiendo menos que los de las energías alternativas. Los últimos datos revelan que los híbridos son los más vendidos en Ourense, mientras que los diésel y gasolina tienen menos cuota de mercado que los eléctricos y a gas.
Las tendencias son imparables porque la industria camina en esa dirección, impulsada por directivas europeas que pretenden la descarbonización y apuestan por la sostenibilidad. Todas las marcas nos inundan con mensajes comerciales sobre lo idóneo que sería comprar un coche eléctrico, mientras las administraciones arropan esas apuestas con subvenciones a la compra.
Sin embargo, el producto está llegando antes que la infraestructura. Las ciudades no están preparadas para la carga de coches eléctricos, ni en el aspecto público ni en las comunidades de vecinos. Por lo tanto, ojo con esa realidad. No sé si han visto un video estos días en el que decenas de coches eléctricos hacían horas de cola en una estación de carga para poder seguir viaje. Esa es una realidad a día de hoy.
