CIUDAD

Los coches abandonados se concentran en cuatro zonas

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photo_camera Un turismo averiado y abandonado en las inmediaciones del estadio de O Couto, entre hojas secas.

La Policía Local detecta los puntos negros en O Couto, O Posío, A Cuña y el barrio de A Ponte

La trasera del campo de fútbol de O Couto, en Ourense, tanto en la explanada de grava situada a la altura del bar del estadio como en el descampado próximo a la entrada de tribuna, se acumulan desde hace meses varios vehículos abandonados, en distinto estado de deterioro, desde los que presentan ya los efectos del golpe en el motor que pudo llevar a su abandono hasta los que muestran sus ruedas deshinchadas por el paso del tiempo.


Según reconocen desde la Policía Local, se trata de una circunstancia bastante habitual en distintos puntos de la trama urbana de Ourense; hasta el punto de que, sólo en este año, se han abierto ya 186 expedientes por vehículos abandonados, la mayor parte de ellos turismos.
Del total registrado, 28 se encuentran en fase de primera notificación, 20 en fase de segunda notificación y 20 fueron retirados de la vía pública por los agentes de la Policía Local; el resto (118) han sido retirados por sus propietarios.


El protocolo de actuación de la Policía Local en estos casos se inicia con la notificación de cada caso, que puede llegar por dos vías: a través de la notificación directa de los agentes en la vía pública o de los ciudadanos (avisos telefónicos o personales dando cuenta de la existencia y localización de los mismos). Una patrulla se traslada al lugar y evalúa si el vehículos está o no abandonado, por los signos externos de deterioro -marcados por la Ley de Seguridad Vial- o si lleva más de un mes en el mismo sitio y presenta desperfectos que hacen imposible su desplazamiento por sus medios o le faltan las placas de matrícula que permitan identificarlo.


Es entonces, una vez constatada la situación de abandono del vehículo, cuando se localiza al dueño para notificarle que debe retirarlo en un plazo de 48 horas, corriendo por cuenta del titular del vehículo, los gastos de retirada, traslado y depósito de los correspondientes vehículos.
En este estadio del proceso, el propietario puede presentar todavía alegaciones (a veces por transferencias sin hacer, fallecimientos del titular,  bajas voluntarias inadecuadas, procesos judiciales o administrativos de embargos, etcétera), con lo que, según explican desde la Policía Local, "el proceso puede dilatarse".


Por otra parte, cualquier taller que tenga el mencionado problema, después de transcurridos dos meses desde la entrada del coche en el taller y aportando la documentación que se solicite, podrá pedir a la Jefatura Provincial de Tráfico de su provincia que intervenga.
Esta autoridad, comprobadas las afirmaciones del taller, se dirigirá al titular o propietario del vehículo conminándole a que en el plazo de un mes, lo retire naturalmente, previo pago de la factura pendiente que corresponda y anunciándole que de no hacerlo así decidirá que el vehículo se lleva a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CAT) para que proceda a su desguace.


Este problema del abandono de vehículos en los talleres de la ciudad fue especialmente recurrente durante los años coincidentes con la crisis económica, razón por la cual se incorporó este supuesto dentro del artículo 86 de la Ley 18/2009, de 23 de noviembre, de reforma de la Ley de Seguridad Vial.n

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