La intermodal de Ourense cumple un año: 361.000 viajeros y falta de coordinación

La Xunta destaca la acogida tras el primer año en A Ponte de la estación de buses, mientras sigue pendiente la obra ferroviaria

Ourense cumple hoy un año con sus medios de transporte interconectados. El 6 de febrero de 2021, pese a que todavía no se había concluido la obra en su totalidad, la Xunta ponía en servicio en A Ponte la estación de autobuses, hasta entonces en O Pino. La nueva infraestructura suponía dejar el transporte por carretera y el ferroviario a apenas 30 segundos, un paso adelante en la funcionalidad que, precisamente, es el aspecto que más destacan tanto el Gobierno gallego como los usuarios que utilizan el transporte público.

Esa modernización de las instalaciones reservadas a los autocares se ha convertido en una clara ventaja, pero la intermodalidad arrastra también importantes lagunas, con críticas al diseño elegido por la Xunta al entender que no se ha aprovechado la oportunidad de plantear un proyecto de forma integral, pero también por la falta de avances por parte del Gobierno central a la hora de acometer la remodelación de la terminal ferroviaria y las acciones de permeabilidad, con una inversión pendiente de unos 140 millones de euros.

Datos

En el año que la estación de autobuses lleva en A Ponte, han sido más de 361.000 viajeros los que han utilizado sus servicios, según los datos aportados por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, que apunta que se han registrado 67.000 expediciones por parte de las empresas que cubren las diferentes rutas.

Para el Gobierno gallego, estas cifras son motivo para el optimismo, al apuntar que se producen en un año en el que la pandemia ha seguido condicionando el día a día de los ciudadanos, con períodos con importantes restricciones para contener el virus. “En circunstancias totalmente normais, as previsións sinalaban unha media de 395.000 viaxeiros ó ano e 78.900 expedicións”, señalan.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, está convencida de que la estación “cumpriu o obxectivo que nos tiñamos marcado, poñer a disposición dos veciños unha terminal que mellorou radicalmente o acceso ó transporte público, facilitando un intercambio áxil e seguro co tren, nun tempo récord”.

Sin embargo, viajeros consultados han detectado ciertos inconvenientes en la relación entre tren y autobús y así parecen haberlo asumido también en Adif, que ha lanzado una pequeña reforma para ampliar el espacio de los usuarios en los andenes de la estación ferroviaria, reconociendo en la memoria del proyecto que se están produciendo aglomeraciones.

Ese es solo uno de los problemas de la concepción final de la intermodal, al desecharse el proyecto original de 2011 y diseñarse mediante un puzle de piezas que irían encajando por fases. La falta de marquesinas, zonas verdes o de sombra, son otras de las críticas habituales.

“Mejor que la que había antes es, aunque le faltan detalles te bajas del tren y puedes coger el autobús. Yo la uso bastante”, asegura Alfonso Pérez, ferroviario jubilado y viajero recurrente. Por su parte, Antón Alvaredo asegura que “está moito mellor que a anterior, é moito máis práctica e cómoda”.  Mientras, Carmen Fernández, asegura “ver muy bien el salir de la estación de tren y que puedas coger el autobús, para gente mayor está muy bien”. Lamenta esta vecina de A Ponte que “no le hayan puesto un toldo ni nada, porque en verano esto es morirse de calor”. 

Pendiente

Una de las más importantes sigue todavía pendiente de desbloquearse, aunque recientemente la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, comprometió ante el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que en este primer semestre de 2022 se licitará el proyecto que reformará el edificio ferroviario y adaptará los andenes a los servicios de alta velocidad, dado que se ha comprobado que los trasbordos no se realizan actualmente en condiciones óptimas.

Tampoco está garantizada por el momento la anunciada permeabilidad entre los barrios de A Ponte y O Vinteún, tanto para los peatones como los vehículos.  “Agardamos que o Goberno de España cumpra e axilice as obras que restan, a estación de ferrocarril non está altura do fito histórico que supuxo a chegada do AVE”, lamenta Ethel Vázquez.

Servicios afectados

La unión de autobuses y trenes en A Ponte no ha supuesto, por el momento, una diferencia notable para la hostelería, aunque en algunos establecimientos como el Anduriña sí dicen tener “algún cliente más”.

Para los taxistas, sin embargo, la intermodalidad “ha sido muy positiva, ya que nos permite no dividir las paradas como antes”, resalta el presidente del gremio, Francisco Álvarez, que lamenta, sin embargo, que siga sin reordenarse el tráfico en Eulogio Gómez Franqueira para facilitar la salida de la estación intermodal.

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