El Concello de Ourense podría ahorrarse 4,5 millones de los 14 que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, tiene previsto gastarse en una nueva flota de autobuses urbanos, y que podría poner en jaque las arcas públicas. Y puede conseguirlo si el gobierno local hace los deberes y, antes del 30 de septiembre, presenta la solicitud a la primera convocatoria de fondos de recuperación europeos Next Generation, que acaba de abrir el Ministerio de Transportes y Movilidad para capitales de provincia y ciudades de más de 20.000 habitantes para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano. Se trata de la primera convocatoria de fondos de reconstrucción a la que optan los ayuntamientos españoles. Esta convocatoria deja fuera al resto de concellos de la provincia al poner como requisito tener más de 20.000 habitantes.
Con esta oportunidad, el Concello podría poner a funcionar de una vez el nuevo modelo de movilidad, ya que las actuaciones para pacificar el tráfico también son financiables con estos fondos. El principal requisito, que se trata de tener aprobado un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), no es un obstáculo, pues fue aprobado en diciembre de 2019. Ahora, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, solo tiene que sacarlo del cajón del olvido en el que lleva todo este tiempo.
En esta primera convocatoria, se repartirán 1.000 millones de euros entre ayuntamientos españoles. Cada municipio puede presentar un máximo de dos solicitudes. En la primera (la prioritaria), Ourense optaría, por población, a 4,5 millones (45 euros por habitantes), mientras que para la segunda , en la que podría encuadrar todas las infraestructuras necesarias para pacificar el tráfico, podrá recibir, si los pide, hasta 3 millones de euros (30 euros por vecino).
REVOLUCIÓN DE LA MOVILIDAD
Entre las actuaciones financiables, están muchas que ya contempla el PMUS ourensano. Por ejemplo, la implantación y puesta en funcionamiento de una Zona de Bajas Emisiones, que será obligatoria, según la ley de Cambio Climático, antes de 2023. Se incluyen también los sistemas de control de accesos y aparcamiento, los sistemas de comunicaciones y sistemas de gestión de accesos -por ejemplo las cámaras para entrar al Casco Vello- o radares. Para todo esto, el Concello dispuso en la modificación de crédito que acaba de aprobar 860.000 euros para esto, por lo que los 3 millones que daría el Gobierno a través de la UE podría cubrir con creces ese presupuesto.
RAMPAS MECÁNICAS
También incluye esta primera partida Next Generation la creación de aparcamientos disuasorios, algo que el Plan de Movilidad ourensano también preveía, al igual que carriles bici, la creación de grandes zonas peatonales o, incluso, la instalación de elementos de movilidad vertical, como las famosas escaleras mecánicas que el alcalde anunció en repetidas ocasiones. También permite financiar sistemas de alquiler de bicicletas o infraestructuras que ayuden a calmar el tráfico, como pasos de peatones elevados.
