La asociación de vecinos Virxe de Covadonga se reunió ayer con la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, y con la jefa territorial de Medio Ambiente en Ourense, Victoria Núñez, para evaluar los próximos pasos para frenar el avance del jabalí en el barrio.
Según la versión de la Xunta, solo queda que el Concello dé su aprobación para poder ejecutar el protocolo de la Consellería de Medio Ambiente, que consiste en la instalación de jaulas trampa en las zonas con más presencia de estos animales. Por tanto, mientras el gobierno local deriva responsabilidades a la Administración gallega y afirma que ellos no tienen poder de decisión sobre el tema, la Xunta espera a que decida dar luz verde a esta medida, de la que se hará cargo económicamente.
Los vecinos de Covadonga -la zona más afectada- continúan, paralelamente, reuniéndose y estudiando medidas para poner fin a este problema. Su representante, Jesús Couceiro, explica que “no se pueden hacer batidas con arcos ni con perros ni con escopeta”. Sin embargo, ayuda desbrozar fincas. “Una de las más conflictivas fue limpiada el pasado sábado, pero otra de las principales no y va para largo”, señala Couceiro. Es privada y no se sabe a quién pertenece. “El Concello se basa en que es una finca privada por lo que tiene que encontrar a los dueños para forzarles a limpiarla”, explica.
Así, entre gestión y gestión, los jabalíes continúan apareciendo todos los días, a cualquier hora. Desde Virxe de Covadonga relatan que el otro día uno de los animales atacó al perro de un vecino: “Desde el minuto uno llevábamos advirtiendo que podía pasar algo grave”, recuerda Couceiro.
Sin zonas verdes
Los destrozos que estos animales ocasionaron en las zonas verdes del barrio son numerosos. Cada espacio verde está perforado por el paso de los jabalíes. Los vecinos señalan que el equipo de limpieza y reparación les informó de que no se haría ningún arreglo hasta que estuviese el problema solucionado.
