El Concello de Ourense ha decidido que no renovará la concesión administrativa de explotación publicitaria del mobiliario urbano repartido por las calles de la ciudad, un contrato que expirará en noviembre tras cuatro años gestionado por la empresa PM Trans Europe, que abona anualmente a las arcas municipales un canon de 110.000 euros.
"Constituyen una barrera arquitectónica y visual, impiden contemplar los espacios públicos y dañan la visibilidad de los comercios", señaló el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, como argumento para no plantearse volver a sacar a concurso la gestión de los mupis, que serán eliminados de las calles de la ciudad en cuanto venza la relación contractual. Al regidor tampoco le parece suficiente el canon que recibe el Concello, "relativamente bajo".
Además de los soportes fijos, más de 120, también desaparecerán las pantallas audiovisuales instaladas por la concesionaria el pasado mandato en Bispo Cesáreo, Pardo de Cela y Sáenz Díez. Se mantendrán, no obstante, los elementos que "resultan de utilidad y servicio público", los cuatro que informan de la temperatura y la hora.
El concurso para adjudicar los mupis en 2016 no estuvo exento de polémica, al judicializarse y contar con una primera sentencia que obligaba a anularlo, aunque un fallo posterior avaló la adjudicación.
