Concellos del rural recuperan inmuebles para ganar vecinos

Los concellos del rural de Ourense tienen claro que el futuro de sus localidades pasa por repoblar los núcleos de población y no dejar que disminuya el número de habitantes, lo que en muchos casos se complica debido a la elevada media de edad. Siguiendo esta línea, son muchos los que rehabilitan antiguos inmuebles públicos para crear en ellos viviendas. A raíz de la pandemia, existe una tendencia cada vez mayor de vuelta al medio rural. Y más allá de la compra o alquiler privado de casas en el rural, las administraciones locales trabajan por darle una segunda vida a esos edificios en desuso de su propiedad, destinándolos a viviendas sociales, para aquellas personas con recursos limitados que deseen hacer su vida en el medio rural de la provincia de Ourense, la que ya cuenta con un centenar de este tipo de inmuebles. La comarca de Monterrei crece “Con actuacións deste tipo non só buscamos que veña xente ás aldeas, senón que tamén estamos tratando de manter o noso, rehabilitando estes edificios, algo que é moi necesario para avanzar cara o futuro”, cuenta Eva Barrio, alcaldesa de Riós, donde están a punto de finalizar la rehabilitación de la antigua escuela de Castrelo de Cima con destino a dos viviendas sociales. Con un presupuesto de 106.292 euros -subvencionados por el Instituto Galego de Vivenda e Solo y la Diputación de Ourense-, se espera rematar la construcción de estos habitáculos en un corto período de tiempo. Los de Castrelo de Cima se sumarán a las 10 viviendas sociales ubicadas en el mismo Riós, que están todas ya habitadas. “O meu obxectivo é continuar solicitando estes proxectos no futuro”, añade la regidora. En el resto de la comarca de Monterrei, Cualedro cuenta con cinco inmuebles que se pusieron a disposición de familias con rentas mínimas por 50 euros mensuales. El regidor local, Luciano Rivero, quiere repetir experiencia con un edificio que una familia del municipio cedió desinteresadamente al Concello con la condición de crear este tipo de viviendas de carácter social. Ya en la comarca vecina de Viana, A Mezquita cuenta con tres, mientras que Vilariño de Conso tiene un total de cuatro viviendas y reformarán la casa cuartel para crear allí dos más. En el resto de la provincia La comarca de A Limia es una de las zonas que más viviendas sociales alberga. Sandiás cuenta con seis, Rairiz de Veiga con once, Porqueira con cuatro y Os Blancos confía en tener listas dos nuevas en el mes de noviembre. También Vilar de Santos está en trámite con un proyecto sobre la mesa para sumarse a los concellos que disponen de este tipo de herramientas. Próximo a esta comarca, el Concello de Xunqueira de Ambía tiene proyectadas cinco viviendas sociales para tratar de levantar. La comarca de Valdeorras también se suma a esta lista: A Veiga cuenta con ocho viviendas. También A Rúa impulsó un programa de viviendas para necesitados, en las que proyectan una veintena de viviendas. El Concello de O Barco también dispone de este tipo de inmuebles desde el año 2017. Ya en A Baixa Limia, Lobios -en el aulario de Cruces- suma dos viviendas y Bande otras seis en las antiguas casas de los maestros, mientras que en la comarca de Celanova, Verea dispone de tres inmuebles, Ramirás de cinco y en Quintela de Leirado y Gomesende también se ofrecen este tipo de espacios. También Ribadavia, Cenlle y Cortegada cuentan con viviendas. En esta última el Concello ya alquiló la primera vivienda recuperada y tiene en proyecto otras cinco. Con un centenar de viviendas sociales a lo largo de toda la geografía ourensana, los concellos continuarán trabajando en esta línea: repoblar y rehabilitar el rural. “Eu noto que cada vez hai máis interese polas aldeas”, destaca Barrio, quien no puede afirmar que el censo aumente “porque como vén xente, e moita moza, tamén falecen moitos dos nosos maiores, polo que o censo é similar todos os anos, pero o movemento está presente, é esperanzador”, concluye.