Un vertido de aguas fecales generó alarma entre los usuarios de las termas del Muiño das Veigas

La Confederación Miño-Sil deberá eliminar la contaminación de los ríos antes del año 2015

Los vertidos de aguas residuales e industriales son la princicipal causa de la contaminación en los ríos Sil, Miño y Limia. La Confederación Hidrógráfica presentó ayer un proyecto para reducir la contaminación, coincidiendo con un nuevo vertido de fecales al cauce del Miño.
Una normativa comunitaria obliga al Ministerio de Medio Ambiente a sanear los ríos y masas de agua hasta eliminar la contaminación. El organismo tiene hasta el año 2015 para conocer la realidad de los ríos, los usos del agua y tomar medidas para que la calidad del agua sea buena, sin ningún tipo de contaminación. Los técnicos ya comenzaron a trabajar, según señalaron ayer el comisario de Aguas y el jefe de Planificación Hidrológica de la Confederación Miño-Sil, Ramón Gallego y Jesús González.

Ambos presentaron el proyecto de actuaciones a realizar, lo que coincidió con la aparición de un nuevo vertido de aguas residuales al cauce del río Miño a la altura del Muiño das Veigas (Ourense), que generó críticas y alarma entre los usuarios de las termas. ‘El principal problema del Miño y el Sil son los vertidos de aguas residuales y los embalses, que alteran el cauce’, afirmó el Jesús González.

Los vertidos de aguas fecales e industriales sin tratar no están focalizadas en un solo punto, ‘porque tenemos la población muy dispersa’, añadió González. Ambos responsables de la Confederación Hidrográfica declinaron atribuir responsabilidades a ningún organismo por este tipo de vertidos. Tampoco hablaron de sanciones, aunque advirtieron de que ‘habrá que construir infraestructuras o buscar nuevas tecnologías para corregir la situación antes del 2015’, recalcó Jesús González.

Sólo el 9% de agua es para abastecimiento

Los técnicos de la Confederación Hidrográfica llevan cuatro años trabajando para que los ríos y masas de agua cumplan con las exigencias de la Unión Europea. ‘El agua de un río en Ourense a partir del 2015 tiene que tener la misma calidad que la de otro de similares características en Francia o Inglaterra’, afirmó Jesús González.

El comisario de Aguas y el jefe del Plan Hidrológico declinaron especificar qué organismo tenía que aportar la financiación para realizar obras de saneamiento, recuperación y limpieza de los cauces. Ambos se limitaron a recordar la normativa europea y destacar el trabajo que se ha realizado. ‘Comenzamos a trabajar en precario, prácticamente sin medios’, dijo el jefe del Plan Hidrológico.

En los últimos dos años, los técnicos clasificaron los invertebrados que habitan en los ríos, a los que dividieron por tramos. La mayoría de ellos están en perfecto estado, pero aún quedan 80 tramos por inspeccionar. También midieron la contaminación química. ‘Siete tramos inspeccionados cumplen con la normativa y otros siete no. Aún nos quedan 135 tramos de ríos por definir’, dijo Jesús González, sin especificar los lugares contaminados. ‘Los mayores problemas los tenemos cuando hay un núcleo de población’, añadió.

Del trabajo realizado también se desprende que el 66 por ciento del agua que hay en la provincia se utiliza en regadío y sólo un nueve por ciento para abastecimiento. Otro 11 por ciento es utilizada para la refrigeración de centrales industriales y un seis por ciento para el ganado. ‘En la actualidad, en A Limia tenemos el problema de la utilización del agua subterránea. Tenemos muchos solicitudes que pueden bajar la capa freática y provocar que tramos del río Limia se quede sin agua’, señaló Jesús González.



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