La empresa tendrá que hacer varias detonaciones al aparecer una roca bajo el asfalto de la nacional

La construcción de los accesos a Carrefour obliga a rebajar casi diez metros la N-525

El movimiento de tierra dejó al descubierto un manantial en una de las márgenes de la nacional. (Foto: Miguel Ángel)
La construcción de los accesos a Carrefour se complica. La empresa precisa rebajar casi diez metros la carretera N-525, entre el puente de Marcelo Macías y O Fonsillón, pero la aparición de roca obliga a los trabajadores a emplear dinamita, algo que no estaba previsto inicialmente, y que la Administración estudia detenidamente para evitar daños en las múltiples viviendas de la zona. El destierro que se está realizando también dejó al descubierto un manantial, que debe ser canalizado al río Barbañica.
El hallazgo de una roca y un manantial complicó la construcción de los accesos a Carrefour, inciados por la UTE Construcción Hispánica el pasado mes de marzo, con un presupuesto de 4.215.002 euros.

Los trabajos, según el concejal de Infraestructuras del Concello de la ciudad, Andrés García Mata, se están llevando a buen ritmo. ‘La adjudicataria está cumpliendo los plazos previstos y estamos muy atentos, continuamente vigilando lo que pasa en la zona’, afirmó.

Pero el ritmo con el que venía trabajando la empresa se vio truncado en las últimas dos semanas al descubrir bajo el firme de la carretera N-525 un roca de gran dureza, que para ser destruida requiere la utilización de dinamita, algo que no estaba previsto inicialmente.

La construcción de los accesos se está realizando entre el puente de Marcelo Macías y la carretera de O Fonsillón. El proyecto contempla rebajar casi 10 metros el firme de la carretera N-525, en un tramo de alrededor medio kilómetro, para construir un túnel, similar al ya existente en el polígono industrial de Barreiros. Así, por la citada nacional circularía el tráfico en dirección a Santiago y Benavente, mientras que sobre el túnel está prevista la construcción de tres rotondas con varios enlaces para desviar a los conductores hacia el centro comercial, O Fonsillón y la ciudad.

La empresa ya empleó toda su maquinaria para rebajar el firme de la nacional pero la roca es de gran dureza y los técnicos concluyeron que deben emplear dinamita. Los dirigentes de la empresa se lo hicieron saber a la Subdelegación del Gobierno, Xunta y Guardia Civil, pero hasta el momento no ha sido concedida la autorización ante las sospechas de que las deflagraciones puedan ocasionar daños en las viviendas de la zona, además de tener que interrumpir el tráfico. La Subdelegación está analizando las medidas de seguridad.

Un pozo y una galería subterránea ocultos

El movimiento de tierra que está llevando a cabo la empresa dejaron al descubierto un manantial. ‘No logramos achicar el agua que sale a la superficie’, explicó uno de los trabajadores.

La adjudicataria tuvo que recurrir a una empresa especializada para que retire el caudal y así poder continuar con el destierro.

El manantial, que apareció en la margen derecha de la N-525, en dirección a Santiago, será canalizado hasta el río Barbañica. En la zona había antiguamente un pozo, mientras que en la otra cuneta de la citada nacional los operarios descubrieron una galería subterránea, que en otra época era utilizada para regar parte de las 87 fincas que fue necesario expropiar. Los trabajos, que están perfectamente señalizados, provocan a diario, sobre todo en las horas punta, pequeñas retenciones de coches y tráfico lento. Andrés García Mata solicitaba ayer comprensión ante las molestias que está causando el proyecto, sobre todo a las personas que viven en la zona.



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