Las disputas sobre el soterramiento de las vías del AVE a su paso por la ciudad y las referencias a los candidatos políticos, ya inmiscuidos de lleno en la campaña electoral de los próximos comicios municipales del 22-M, protagonizaron las coplas de los 'maios' de este año. Los tradicionales cantos satíricos tampoco fueron indulgentes con los vertidos al río Barbaña, la anulación del Plan de Ordenación Urbana en la ciudad o las manipulaciones en los censos electorales, aunque en todos los casos, desde el autorizado distanciamiento crítico y la clave de humor que marcan la 'retranca'.
La crisis económica, las reformas del Gobierno y el desempleo fueron, inevitablemente, el telón de fondo común a todas coplas, cuya calidad hizo especialmente arduo el trabajo deliberativo del jurado, compuesto por representantes vecinales, del Concello, Liceo, Ateneo y del mundo artístico. Finalmente, se decantaron por la Ronda de Auriense, que se llevó el primer premio, valorado en 150 euros, con un elaborado canto en el que se podían leer versos como 'Vaia caradura/ coa cotización:/ traballar máis anos/ para ter pensión' o 'De lixo de cores/ chegan a cidade/ grandes superficies/ con moita bondade/ con brazos abertos/ chegan ben dispostos/ furar nosos petos'.
La radiografía anual de la vida social y política de los ourensanos ilustró al multitudinario público que abarrotó las calles del Casco Viejo sobre los problemas que más preocupan en la actualidad. No en vano, coincidieron en señalar críticamente a la casta política y las élites económicas, coincidiendo de lleno con las preocupaciones del resto de la sociedad española, como ha quedado reflejado en las últimas encuentas del CIS. 'Non dan solucións/ á crise do demo/ e xa van dous anos/ deste desgoberno' o 'Furar nosos petos/ de baixos salarios/ chuchando do teto/ seguen altos cargos', apuntaba una de las coplas.
En otra categoría menos crítica, aunque sin abandonar el ácido humor que caracteriza este tipo de composiciones, se encontraban numerosas coplas elaboradas por escolares, en las que solicitaban jocosamente una 'pequena esmola' para costear excursiones de fin de curso. Una finalidad que justificó el duro trabajo del 'vendedor de coplas'. Este era el caso, por ejemplo, de un grupo de alumnos del colegio Irmáns Villar, en el que incluso se atrevían a especificar el destino de sus deseos, que era 'o parque Warner de Madrid'.
Las distintas reinvidicaciones de las asociaciones de vecinos estuvieron presentes un año más, solicitando desde la rehabilitación de calles, hasta la creación de parques y espacios verdes en sus barrios. Unas demandas que, para amenizar y llamar la atención del público, los Irmandiños de Seixalbo acompañaron de un goloso obsequio, consistente en una copa de licor café para todo aquel que les comprase una de sus composiciones poéticas.
Como cada año, las coplas no dejaron títere con cabeza y poco a poco se fueron distribuyendo entre el público asistente, bien por la insistencia de grandes y pequeños, que necesitaban financiar los materiales de las estructuras de los 'maios', bien por la empatía y la identificación hacia unas críticas que, al fin y al cabo, afectan a la mayoría de la población por igual.
La radiografía anual de la vida social y política de los ourensanos ilustró al multitudinario público que abarrotó las calles del Casco Viejo sobre los problemas que más preocupan en la actualidad. No en vano, coincidieron en señalar críticamente a la casta política y las élites económicas, coincidiendo de lleno con las preocupaciones del resto de la sociedad española, como ha quedado reflejado en las últimas encuentas del CIS. 'Non dan solucións/ á crise do demo/ e xa van dous anos/ deste desgoberno' o 'Furar nosos petos/ de baixos salarios/ chuchando do teto/ seguen altos cargos', apuntaba una de las coplas.
En otra categoría menos crítica, aunque sin abandonar el ácido humor que caracteriza este tipo de composiciones, se encontraban numerosas coplas elaboradas por escolares, en las que solicitaban jocosamente una 'pequena esmola' para costear excursiones de fin de curso. Una finalidad que justificó el duro trabajo del 'vendedor de coplas'. Este era el caso, por ejemplo, de un grupo de alumnos del colegio Irmáns Villar, en el que incluso se atrevían a especificar el destino de sus deseos, que era 'o parque Warner de Madrid'.
Las distintas reinvidicaciones de las asociaciones de vecinos estuvieron presentes un año más, solicitando desde la rehabilitación de calles, hasta la creación de parques y espacios verdes en sus barrios. Unas demandas que, para amenizar y llamar la atención del público, los Irmandiños de Seixalbo acompañaron de un goloso obsequio, consistente en una copa de licor café para todo aquel que les comprase una de sus composiciones poéticas.
Como cada año, las coplas no dejaron títere con cabeza y poco a poco se fueron distribuyendo entre el público asistente, bien por la insistencia de grandes y pequeños, que necesitaban financiar los materiales de las estructuras de los 'maios', bien por la empatía y la identificación hacia unas críticas que, al fin y al cabo, afectan a la mayoría de la población por igual.
