EN OURENSE

Coronavirus en Ourense | Calma tensa en la vuelta a la rutina tras el mazazo por el confinamiento

Un hombre con mascarilla trabaja en una obra (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Un hombre con mascarilla trabaja en una obra (MARTIÑO PINAL).
La primera jornada laborable agrava las dudas de varios sectores mientras el Sergas optimiza su plan para combatir el virus

Con la actividad de las administraciones públicas reducida a la mínima expresión, sin colegios o todo el comercio y la hostelería con la persiana bajada salvo por los casos decretados de primera necesidad, Ourense vivió a medio gas la primera jornada laborable con el estado de alarma y las restricciones de movimiento en vigor, dado que todavía son muchos los ciudadanos que deben salir a la calle por sus profesiones, notándose por ejemplo "cierta normalidad y un ritmo de trabajo medio alto" en puntos como el Polígono de San Cibrao, donde cada día trabajan miles de personas, pero que sin duda estarán ahora a expensas de los movimientos colaterales que suponga el cierre en toda Europa de las fábricas de PSA, de la que dependen muchas de las compañías asentadas en San Cibrao y, en consecuencia, unos 2.000 trabajadores.

Más dudas

Ese tránsito casi como el de cualquier otro día de vehículos y personas en las áreas industriales contrasta con el de un casco urbano cuya actividad comercial se reduce a los establecimientos de alimentación, farmacias, seguros u ópticas, pero también a la construcción, un sector con la mosca detrás de la oreja y que asegura estar "con muchas dudas", ya que pese a que las profesiones que dependen del sector no han sido incluidas en el Real Decreto del estado de alarma, algunas de las obras que se están realizando en Ourense han sido paralizadas por la Policía Local.

"Algún empresario nos ha dicho que se siente como los peluqueros estos días, con muchísimas dudas porque se supone que tenemos que seguir trabajando adaptándonos a la normativa de prevención, como cualquier industria", señalan fuentes de la asociación provincial de constructores, que durante toda la jornada fue un hervidero de llamadas y consultas sobre las medidas a adoptar, por lo que exigen claridad a las autoridades.

El contenido del Real Decreto se ha convertido también en un quebradero de cabeza para los talleres de reparación de vehículos. Tras varias consultas del sector, la asociación provincial que los agrupa (Atave) explica a sus asociados que la única forma de mantener la actividad es hacerlo a puerta cerrada para atender las "reparaciones de urgencia" a los vehículos que prestan servicios de primera necesidad.

La sanidad se rearma

Las dudas de los sectores profesionales continúan mientras los casos registrados de coronavirus en los hospitales gallegos siguen aumentando sin parar, con el área sanitaria de Ourense pendiente este lunes de 28 positivos confirmados (seis son profesores de Salesianos), aunque sin variaciones en los hospitalizados, que continúan en tres, con los 25 restantes siendo monitorizados en sus domicilios.

La gestión sanitaria de esta crisis se antoja clave y el Sergas está continuamente actualizando sus protocolos para ofrecer una correcta asistencia. Así, todos los servicios valorarán aquellas citas que se puedan aplazar y se pondrán en contacto telefónico con los pacientes si hay cambios. Se mantienen inalterables las consultas para embarazadas y el calendario de vacunas en los centros de salud para los más pequeños (11, 12 y 15 meses), cuyas revisiones se buscarán no alterar.

Desde la gerencia ourensana valoran también el "compromiso" de la ciudadanía para no sobrecargar Urgencias y PACs, cuya actividad está en mínimos históricos. Las atenciones de urgencia los sábados por la mañana en Ourense y su área metropolitana se centralizarán en el PAC de Concejo para los adultos y en el centro de salud Nóvoa Santos para los asuntos pediátricos.

Coordinación

Frenar la escalada de casos es el objetivo de todas las medidas implementadas entre la Xunta y el Gobierno central, ya perfectamente coordinados y creando comités de seguimiento a diferentes niveles  (administración estatal, provincial y municipal) para garantizar que las medidas se cumplan. Desde la Subdelegación de Gobierno de Ourense se buscará, por ejemplo, cómo optimizar las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que reforzarán su despliegue por la provincia. También en la Diputación, con Manuel Baltar a la cabeza, se reiteró el cierre de centros de su titularidad y el mantenimiento en los concellos de servicios básicos como la recogida de residuos o de animales abandonados, el mantenimiento de la red viaria, emergencias o teleasistencia.

Las mayores garantías quiere dar también el Concello de Ourense, cerrando a cal y canto la casa consistorial y manteniendo servicios básicos como la limpieza (que se refuerza para desinfectar vías y mobiliario urbano), el servicio eléctrico o el abastecimiento de agua.

Como anunció el alcalde ourensano, Gonzalo Pérez Jácome, el pasado domingo, la ORA (suprimida también en concellos como Verín) quedó suspendida aunque con cierta confusión entre los conductores, al precintar los parquímetros con una pegatina en la que se puede leer "avariado, por favor acuda ó máis próximo", sin mencionar que la regulación de aparcamiento no está operativa. Mientras, no se registraron incidencias en el transporte urbano, con una veintena de líneas con horario de domingo funcionando sin mucha affuencia. No ha cuajado la petición del BNG de aplicar la gratuidad para reducir el contacto de usuarios con el conductor, como sí hacen en lugares como Lugo o Gijón.

También hay quejas sindicales, en concreto desde la CIG por las condiciones en las que están las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio. El colectivo ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo.

Suministros

De nuevo, como ya sucedió el pasado sábado, supermercados y negocios de alimentación se convirtieron en los puntos de mayor afluencia de ciudadanos, estableciéndose por norma general mecanismos en el exterior de los negocios para evitar el hacinamiento dentro y cumplir las recomendaciones sanitarias.

Estantes vacíos ya desde primera hora de la mañana fueron la nota habitual, aunque desde las distribuidoras insisten en que no hay problemas de suministro. Menos afluencia sí notaron en la Plaza de Abastos de Ourense, donde para facilitar las cosas a sus clientes una veintena de comerciantes instauran el reparto a domicilio. Seis carnicerías, cuatro fruterías, tres jamonerías-charcuterías, dos panaderías, dos queserías, dos tiendas de congelados, una tienda de aceites y otra de mariscos garantizan así productos de cercanía y calidad, habilitándose el teléfono 988220188 para dudas y consultas. El mercado, con todo, mantiene su horario habitual.

Las iniciativas de colaboración también florecen en la provincia. Si el fin de semana era la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ourense la que impulsaba un proyecto para atender a mayores de 65 años, personas a título individual o concellos (Nogueira de Ramuín, Boborás, Arnoia, Pereiro o Celanova, entre otros, con sus respectivos bandos) se sumaban a ello.

Trámites suspendidos

Todas las administraciones han dejado claro que la atención presencial queda suspendida y que teléfonos, sede electrónica y email son las herramientas a utilizar para solucionar cualquier duda.

También el Servizo Público de Emprego ha movido ficha y cerrado las oficinas, indicando la Xunta que no será necesario que los parados renueven su demanda de empleo hasta el 30 de abril, además de no contar los plazos establecidos para solicitar prestaciones y subsidios. 

Correos reduce sus horarios de atención a la franja entre 9,30 y 12,30 horas, insistiendo en que solo se acuda por asuntos de urgencia, decisión que ha sido criticada por los sindicatos, que piden mayores medidas de prevención ante la crisis.

Controles

Patrullas policiales (locales y Nacional) y de la Guardia Civil eran perfectamente visibles este lunes en la provincia para alertar a los ciudadanos que se saltaban el toque de queda. Controles en cruces estratégicos o en las vías de mayor afluencia de ciudad y villas buscaban advertir de que existe la posibilidad de aplicar sanciones a los que incumplan las obligaciones del estado de alarma.

En O Barco, por ejemplo, agentes de la Policía Local pararon a grupos de jóvenes, recordándoles que está completamente prohibido pasear en pareja o en grupo, pudiendo salir solo con razón justificada.Parques y zonas de ocio permanecen precintadas en toda la provincia para concienciar sobre todo esto.

También en algunos de los puntos fronterizos con Portugal volvieron este lunes al pasado, con patrullas vigilando que no se produjesen movimientos por ocio y turismo, sino solo por extrema necesidad.

Daños colaterales

La limitación de movimientos dejan también en suspenso proyectos que las administraciones tenían en mente para estas semanas. Es el caso, por ejemplo, de la distribución de la tarjeta Xente Nova que la Consellería de Infraestruturas tenía previsto empezar a distribuir para los ourensanos menores de 21 años que quisiesen beneficiarse de la gratuidad del transporte interurbano en la provincia, bonificación prevista a partir del lunes 23 de marzo. Una vez que se levante la declaración de emergencia sanitaria, las oficinas de Abanca repartirán esta tarjeta.

Bulos

Ourense no está exenta de los bulos que, como el virus, se propagan a través de Whatsapp o redes sociales. Agencias de seguro ourensanas recibieron numerosas llamadas durante la jornada de este lunes preguntando si los accidentes de tráfico durante el estado de alarma dejaban de estar cubiertos en caso de no ser viajes de primera necesidad, extremo que desmintieron en aseguradoras locales y desde la patronal estatal. "No se modifican las protecciones", garantizan. 

Regreso a casa

Con el temor de que en algún momento las fronteras se cerrasen y los vuelos dejasen de operar, ourensanos en el exterior apuraron este lunes las alternativas para regresar a casa tras verse condicionados por la crisis del coronavirus. El grupo de 30 alumnos del colegio La Purísima que quedó atrapado en Malta regresó a Ourense "con total normalidad y en buen estado de salud", mientras que los tres ourensanos que pretendían disfrutar de unas vacaciones en Estados Unidos que vivieron una odisea para adelantar su vuelta a casa también tuvieron un final feliz tras un largo viaje con escala en Londres y Madrid. 

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