La empresa es tajante: conserva 'la voluntad de tener presencia en Ourense y en el sitio' que inicialmente eligió

El Corte Inglés aún mantiene su proyecto en la Finca Santamarina

La preciada parcela de la Finca Santamarina permanece sin desarrollar, afectada por hasta tres pleitos simultáneos. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La implantación de El Corte Inglés en la ciudad es la baza principal que Flager tiene en la Finca Santamarina y la que esgrimió ante la Audiencia provincial para pedir que la anotación registral que afecta a sus parcelas de la Finca finca se limite a dos de uso residencial.
Un argumento que fue puesto en duda por parte del abogado del reversionista que reclama su derecho de propiedad sobre la finca.

Mientras, y aunque El Corte Ingléz no se pronuncia sobre el pleito que bloquea su proyecto, fuentes de la cadena comercial consultadas sí aseguran tajantemente que 'mantenemos la misma voluntad que teníamos de presencia en Ourense y en el mismo sitio que teníamos previsto'.
Desde la empresa se recuerda que 'tenemos ya la segunda licencia (la comercial, necesaria para la implantación de grandes superficies) y, desde luego, queremos ejercerla'. Sobre qué pasaría si la Audiencia no acepta el recurso de apelación presentado por Flager y la anotación registral afecta también a la parcela comercial, la empresa opta por no pronunciarse porque 'nunca hablamos de condicionantes'. Es decir, no aclara si estaría dispuesta a esperar a que se resuelva el pleito principal, sobre los derechos de reversión, algo que se puede prolongar durante años.

El proyecto

El Corte Inglés obtuvo el pasado julio luz verde de la Comisión de Equipamientos Comerciales de la Xunta para su aterrizaje en Ourense. El proyecto que la empresa había presentado en Santiago, y que fue respaldado, contemplaba la construcción de un Hipercor con más de 28.400 metros cuadrados de superficie. Las previsiones económicas que realizaba entonces la empresa eran que invertiría más de 82 millones de euros en el equipamiento, a los que habría que añadir más de 12,1 millones que emplearía en dotación inicial de mercancías. Aquel mismo informe aludía a sus previsiones de beneficio: 152,6 millones de euros en los cinco primeros años en funcionamiento, dado que se veía capaz de lograr captar los seis millones de euros que, calculaba el informe, se van de la ciudad a otros híper.

La situación actual de crisis podría variar estas previsiones económicas pero no la de implantación en Ourense, según la empresa. Claro que Alfonso Grande, abogado del reversionista que pleitea, es precisamente la crisis lo que retrasa el proyecto. El tiempo, sin duda, dará o quitará razones.

El proyecto de urbanizacion

Poco después de que la Xunta diese su visto bueno a la implantación de El Corte Inglés en la ciudad, el Concello aprobaba el proyecto de urbanización de la Finca Santamarina presentado por Flager. Entonces, los cálculos de la promotora eran que las licencias para comenzar las obras de urbanización empezarían en septiembre. Fuentes vinculadas al proyecto señalaban también en aquel momento que la intención de El Corte Inglés era empezar sus obras al tiempo que se realizaba la urbanización de la finca.

Aquellas previsiones quedaron finalmente en nada. Los derechos de propiedad reclamados ante el Juzgado por tres reversionistas incluyeron una anotación registral de las parcelas de Flager. A partir de ahí, los plazos entraron en punto muerto. Según la promotora, El Corte Inglés 'no invertirá ni un solo euro' en una finca con anotación preventiva. Y precisamente es este centro comercial el buque insignia de todo el proyecto urbanístico contemplado en esta zona de la ciudad. Sin el empuje de la implantación de la empresa madrileña, el resto de la operación inmobiliaria no tendría el mismo valor. Incluso desde Flager se maneja la posibilidad de que la finca llegue a ser subastada ya que, dice, espera que El Corte Inglés adquiera la parcela comercial para pagar los embargos que en la actualidad afectan a su superficie. El Corte Inglés es, pues, la clave.

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