Crónica: Conmoción en Vilanova dos Infantes

La vecindad de Vilanova dos Infantes está conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de su párroco, Adolfo Enríquez Méndez, y sobre todo por la apertura de una investigación para dilucidar si se trata de una muerte violenta.

La vecindad de Vilanova dos Infantes está conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de su párroco, Adolfo Enríquez Méndez, y sobre todo por la apertura de una investigación para dilucidar si se trata de una muerte violenta.

Esta parroquia, que el sacerdote fallecido, de 77 años, llevaba 44 atendiendo, pertenece al Concello de Celanova y el alcalde de este municipio, José Luis Ferro (PP), ha resumido que el sentir general de los residentes en la zona es de "gran tristeza".

El cadáver fue hallado a las cuatro de esta tarde en un cobertizo anexo a la casa rectoral en la que vivía el cura, en concreto un pajar, y la Guardia Civil ha informado a la prensa de que el cadáver del sacerdote, encontrado tirado en el suelo y boca abajo, presenta aparentes signos de violencia.

Residentes en este lugar han señalado a Efe que Adolfo Enríquez era un hombre tranquilo, que ayudaba a los demás, y al que no se había visto desde el pasado lunes, cuando asistió a un velatorio.

El regidor municipal ha coincidido con la opinión sobre su bondad y ha destacado que "era una persona muy generosa y muy querida", la cual siempre tenía su "vivienda abierta", metafóricamente hablando, para todos aquellos que quisiesen solicitar su ayuda para cualquier causa.

José Luis Ferro ha contado que resultó significativo que el religioso no recogiese el pan, que tenía colgado en la puerta del patio, y más aún que no contestase a las llamadas, motivos por los que algunos vecinos se alarmaron y decidieron ir a la casa rectoral.

El hecho de que no acudiese a una misa prevista fue la gota que colmó el vaso, pese a que en un primer momento fueron varios los que creyeron que podría haber viajado a Valladolid por causa de un difunto, atendiendo a una petición.

No obstante, ante la preocupación, un hombre que decidió disipar las dudas fue el primero que descubrió en la casa rectoral que estaba todo "como muy revuelto" y, más tarde, que había un cuerpo "en la planta baja, en el pajar, y el cerrojo pasado por fuera".

La investigación está abierta y fuentes consultadas no descartan el robo como posible móvil en la muerte de este párroco que también atendía, además de la parroquia de Vilanova dos Infantes, el santuario de la Virgen del Cristal.

El cuerpo sin vida de Adolfo Enríquez Méndez fue levantado por los forenses a las siete y cuarto de esta tarde tras haber sido localizado a las cuatro y después de iniciadas las pesquisas para esclarecer la causa de este deceso.

Las labores de averiguación se centran en determinar si esta muerte fue provocada.

La Policía Judicial acordonó la zona ante la presencia de curiosos y de vecinos que se acercaron al lugar y que han coincidido en no dar crédito ante lo acontecido, así como en el estupor que este episodio ha provocado, una sensación de pánico unida a una enorme intranquilidad, por lo que piden "que se cuente cuanto antes qué le ha ocurrido a Don Adolfo".

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