El fiscal se querelló contra él por apropiarse de 53.000 euros. El párroco justificó 24.000 en actos litúrgicos en honor a la fundadora de la organización

Declara el cura imputado por expoliar una entidad

El cura imputado, en la imagen, a las puertas del juzgado (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El Juzgado de Instrucción número dos de Ourense tomó ayer declaración a José Manuel Sobrino, el expárroco de Baños de Molgas a quien el fiscal atribuyó en una querella la comisión de sendos delitos de apropiación indebida y otro de carácter societario por, presuntamente, apoderarse ilícitamente de 53.000 euros de la Fundación Gómez Vila de esta localidad.
El sacerdote, que en la actualidad ocupa el cargo de delegado de apostolado seglar en la Diócesis ourensana, llegó al juzgado sobre las 10,30 horas, compareciendo ante el magistrado que instruye la causa durante más de una hora. Según pudo saber este periódico, el párroco habría justificado 24.000 euros en celebraciones litúrgicas oficiadas durante cinco años en honor a la fundadora de la entidad, dado que -según llegó a precisar el sacerdote durante el interrogatorio- esta fue siempre la voluntad de la misma.
Asimismo, parte de estas ceremonias religiosas, tal y como apuntó el imputado, presidente del patronato de la organización sin ánimo de lucro entre los años 2003 y 2007, fueron de carácter gregoriano (suponen un coste de alrededor de 200 euros, según el religioso). No obstante, con respecto al resto del dinero que desapareció de las arcas de la fundación, nada precisó con exactitud. En este sentido, fuentes cercanas al caso indicaron que el párroco alegó no haberse quedado con patrimonio alguno de la organización. Versión opuesta es la que sostiene el ministerio fiscal, que investigó los hechos a raíz del desfalco que descubrió en las cuentas de la fundación el patronato que asumió su dirección a finales de 2007, cuando José Manuel Sobrino abandonó la entidad. Precisamente, en 2009, la nueva cúpula acudió a la Fiscalía para que se investigasen los hechos de oficio, puesto que en la organización 'non quedaba nin un só euro', según fuentes cercanas a la actual fundación, y dado que la falta de fondos impedía a la entidad contratar una auditoría. De entre la suma que habría defraudado el párroco, que personas próximas a la fundación cifran en más de 60.000 euros, unos 42.000 euros pudieron haber ido a parar a su cuenta.

El magistrado que instruye la causa, según trascendió ayer, prevé citar a declarar a más personas implicadas en la causa, además de mantener la imputación contra el cura por estos hechos.

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