El sector de la ropa y calzado deportivos está en alza, especialmente entre el público más joven. Las franquicias foráneas acaban de aterrizar y el comercio local busca reinventarse y la especialización para competir
Las tiendas de deporte ourensanas buscan fórmulas para reinventarse y seguir haciendo frente a la irrupción en los últimos tiempos de grandes franquicias en la ciudad. Un escenario que ha llevado al comercio local a perder cuota de mercado, aunque ese impacto varía a tenor del análisis de los responsables de las diferentes tiendas.
Fernando Bouso Fuentecilla, gerente de la cadena Intersport Bouso -con locales en las calles Concordia y Curros Enríquez, así como en Ponte Vella, y otra en Monforte- subraya que "hemos notado mucho menos de lo esperado el impacto" de las franquicias que acaban de desembarcar en la ciudad". "Lo notamos un poco al principio -añade- pero hay que agradecerle a la clientela que ha respondido muy bien, con lo que seguimos con unas ventas similares a años anteriores, sólo con un leve descenso muy lineal desde el principio".
En todo caso, esta cadena de tiendas deportivas baraja cambios: "Ya teníamos previsto y haremos en breve, una reforma en la calle Concordia, en torno a marzo, para especializarnos en calzado deportivo; también haremos una reforma en esta tienda multideporte de Curros Enríquez, potenciando las secciones de fútbol y de running", anuncia Bouso Fuentecilla. Explica que, en este último caso, "son secciones que han ido creciendo últimamente y creemos que deben tener una mayor entidad".
Aunque no se puede hablar de inversión, el gerente de Intersport avanza: "Va a ser un cambio muy espectacular y que potenciará la imagen de estas tiendas. Lo que no tenemos previsto son cambios en nuestros locales del centro comercial Ponte Vella ni en la tienda de Monforte", añade.
Julio Prol, dueño de la tienda ProlSport, en la calle Ervedelo del barrio de O Couto, no duda en afirmar que "la entrada de estas franquicias es un auténtico desastre para el comercio minorista, de hecho fue entrar ellos en el mercado y producirse un bajonazo importante en las ventas del comercio local de toda la vida". El expresidente del Centro Comercial Aberto Couto Centro remarca que "la llegada de estas grandes casas a otras ciudades se ha traducido en una desaparición del comercio minorista; ciudad donde se implantan, el comercio local dedicado al deporte acaba teniendo que cerrar". En este sentido recuerda que "el dinero que ganan estas franquicias no se queda aquí. El empleo que crean no compensa", por su escasez. Y avisa: "En otras ciudades, marcas como Adidas o Nike montan sus propias tiendas, y eso ha provocado ya protestas de los comercios".
Coincide en el análisis Santiago Redonet, dueño de la tienda del mismo nombre en la calle Ervedelo. "Claro que repercute, no hay más que darse una vuelta por el centro para ver de qué comercio deportivo hay más bolsas; es algo evidente", señala. Matiza, sin embargo, que "en productos relacionados con los deportes de invierno, que es en lo que estamos especializados, se ha notado muchísimo menos, porque es un tipo de venta que requiere un asesoramiento, los clientes quieren que les atienda personal muy cualificado y que no se forma de la noche a la mañana".
En todo caso, tampoco tiene claro Redonet "que en el futuro no se metan también a fondo en esa sección de deportes de invierno". De momento, se encuentran, confiesa, "a la espera de los acontecimientos".
