Deporte urbano, filosofía de vida

El deporte urbano arrasa con todo lo que se le ponga por delante. Prueba de ello es la energía de los riders que invade este fin de semana el polideportivo de Oira en la segunda edición del Pulpo Extreme.

Jóvenes y no tan jóvenes, los riders tienen algo en común, se mantienen vivos a base de practicar deporte urbano. Así deja patente el tatuaje de Enrique Giles, el segundo en la clasificación de los skate pro, que reza "Skate life". A pesar de estar lesionado, el joven de 22 años lo daba todo ayer en el circuito con un sinfín de trucos aéreos. De la vieja escuela llega el roller profesional Alejandro Alonso compartiendo filosofía de vida. Tras 22 años practicando sobre sus patines, el joven de Vigo lo tiene claro: "La rampa de Samil es mi cuna, ahí nos rompimos todo".

Cinco deportes urbanos : skate, roller, quad, BMX y scooter, en un circuito indoor profesional montado exclusivamente para el campeonato. Los competidores coinciden en destacar que lo mejor de eventos de este tipo son el ambiente, los ánimos del público y, por encima de todo, la posibilidad de estar con los grandes o, como ellos los llaman, "gente pro".

Sin embargo, el deporte urbano sigue siendo una religión sin templo para los que le profesan su admiración. "En Galicia hacen falta instalaciones indoor. Las nuevas generaciones, encargadas de representarnos el día de mañana, necesitan un lugar donde entrenar de forma segura y gente que los apoye", reivindica la roller Lula Varela, de 22 años. Su compañero, Alejandro coincide con ella.

Las clasificaciones se sucedieron a lo largo de la jornada de ayer regalando al público instantáneas de los riders alzando el vuelo con espectaculares saltos y "grinds". La locura de los competidores que parecen no conocer lo que es el temor se sucede cuando toman las rampas montadas para la ocasión. La experiencia "es totalmente diferente a cualquier otra cosa", cuenta John Esteban Vargas, el quinto skater clasificado para los pros.

La vida de la competidora de quad Almudena Fernández, de 25 años, vuelve a ir sobre ruedas. "De pequeña hice patinaje artístico y luego me pasé al skate. Unas chicas me reclutaron en el skate park para que vuelva a subirme a los patines", relata la joven que compite por primera vez en esta prueba exclusiva en el noroeste peninsular.

Las expresiones artísticas también tienen su espacio. Los grafiteros subidos a unos andamios se afanan en plasmar su esencia con botes de colores. El artista ourensano Mon Devane no pierde la cita.

No podían faltar las batallas de baile y los b-boys para hacer disfrutar al público con sus movimientos. "El break es un arte que te libera mientras sientes la música", explica la competidora Andrea Zalatea de 17 años.

Hoy, continuarán en Oira las finales de las modalidades de skate, roller in line, BMX y Scooter.