El Hotel Parque pasó a la historia hace casi cuatro años pero su huella -el edificio que ocupaba, en el número 3 del Parque de San Lázaro- se ha borrado momentáneamente por las obras que lo transformarán en edificio de viviendas y oficinas. Como parte de estos trabajos, la fachada del inmueble ha sido retirada completamente, aunque la protección de la misma supone su recolocación a medida que avance la obra.
La retirada de la fachada, único elemento protegido del edificio, era uno de los puntos en los que discrepaba Patrimonio, que siempre es partidario de mantener este elemento si cuenta con protección para garantizar que mantendrá su estado original. Sin embargo, el Concello concedió licencia de demolición de la fachada el pasado mes de septiembre, toda vez que la anulación del Plan Xeral de 2003, ratificada por el Supremo en marzo de 2011, suponía la pérdida de catalogación de numerosos inmuebles, incluido éste.
La situación quedó subsanada con la aprobación, en octubre, de la ordenación urbanística provisional, que recogía el mismo catálogo de edificios protegidos que el plan anulado.
Con todo, y a pesar de esta variación en la protección de la fachada, la empresa propietaria del inmueble -Legio Auriense S.A. (filial de Copasa)- se comprometió en el proyecto de demolición aprobado por el Concello a reponer la fachada tal y como estaba, de acuerdo también al proyecto de rehabilitación del edificio, que se había realizado cuando todavía estaba vigente el planeamiento de 2003.
Aunque la retirada de la fachada apenas es perceptible desde la calle debido al andamio de las obras, lo cierto es que desde el Parque de San Lázaro es posible contemplar una hasta ahora inusual vista de las fachadas posteriores de edificios de la calle Paseo. El Hotel Parque cerró en 2008 después de más de medio siglo de actividad, pues había abierto sus puertas en 1955. Con 56 habitaciones, su céntrica ubicación lo convirtió durante una época en uno de los lugares referencia de la ciudad. Sin embargo, la necesidad de acometer importantes reformas en el inmueble para poder mantener un cierto nivel competitivo acabó con el cierre del establecimiento hotelero y la venta del edificio.
INMUEBLES PROTEGIDOS
La inclusión del catálogo de edificios protegidos del Plan Xeral de 2003 en la ordenación urbanística provisional ha permitido volver a dotar de protección a 388 edificios que no estaban catalogados en el planeamiento de 1986 pero que son un referente en la ciudad, como puede ser el caso de la Torre, la Subdelegación del Gobierno, la antigua cárcel de Progreso, el Pazo de Xustiza, las torres de O Pino e incluso las piscinas de Oira y la presa de Velle, entre otros inmuebles que adquirieron protección con el planeamiento realizado en 2003.
La situación quedó subsanada con la aprobación, en octubre, de la ordenación urbanística provisional, que recogía el mismo catálogo de edificios protegidos que el plan anulado.
Con todo, y a pesar de esta variación en la protección de la fachada, la empresa propietaria del inmueble -Legio Auriense S.A. (filial de Copasa)- se comprometió en el proyecto de demolición aprobado por el Concello a reponer la fachada tal y como estaba, de acuerdo también al proyecto de rehabilitación del edificio, que se había realizado cuando todavía estaba vigente el planeamiento de 2003.
Aunque la retirada de la fachada apenas es perceptible desde la calle debido al andamio de las obras, lo cierto es que desde el Parque de San Lázaro es posible contemplar una hasta ahora inusual vista de las fachadas posteriores de edificios de la calle Paseo. El Hotel Parque cerró en 2008 después de más de medio siglo de actividad, pues había abierto sus puertas en 1955. Con 56 habitaciones, su céntrica ubicación lo convirtió durante una época en uno de los lugares referencia de la ciudad. Sin embargo, la necesidad de acometer importantes reformas en el inmueble para poder mantener un cierto nivel competitivo acabó con el cierre del establecimiento hotelero y la venta del edificio.
INMUEBLES PROTEGIDOS
La inclusión del catálogo de edificios protegidos del Plan Xeral de 2003 en la ordenación urbanística provisional ha permitido volver a dotar de protección a 388 edificios que no estaban catalogados en el planeamiento de 1986 pero que son un referente en la ciudad, como puede ser el caso de la Torre, la Subdelegación del Gobierno, la antigua cárcel de Progreso, el Pazo de Xustiza, las torres de O Pino e incluso las piscinas de Oira y la presa de Velle, entre otros inmuebles que adquirieron protección con el planeamiento realizado en 2003.
