Los escombros perforaron dos pisos provocando una densa polvareda que alarmó al vecindario

Desplomes en el interior del Hotel Barcelona obligan a acordonar la avenida de Pontevedra

Vecinos alarmados por el derrumbe.
Parte del tejado del que fuera el Hotel Barcelona, situado en la avenida de Pontevedra de la ciudad, se derrumbó ayer provocando una densa polvoreda que alarmó a los vecinos de los inmuebles colindantes, que abandonaron sus viviendas ante el temor de que se vinieran abajo. Los escombros perforaron dos pisos de madera y la Policía Local acordonó la citada avenida por si se producían nuevos desprendimientos. El inmueble, que está siendo reformado para construir viviendas, será revisado a fondo.
Cuatro fuertes estruendos seguidos de una densa polvoreda, alarmaron ayer a los más de 20 vecinos de la avenida de Pontevedra, en el centro de la ciudad. El ruido y la columna de polvo procedían del que fuera el Hotel Barcelona y el vecindario salió con lo puesto a la calle ante el temor de que se derrumbaran sus viviendas y quedasen atrapados entre los escombros.

Eran las 19,40 horas. Alertaron de la situación a la Policía Local y los bomberos que, sin demoras, acordonaron la citada avenida y buena parte de la Praza Bispo Cesáreo.

El inmueble, que lleva años cerrado, está siendo reformado por la empresa Vigamar para convertirlo en 10 viviendas. La Policía Local alertó al arquitecto de la obra, Manuel Blanco, y a la concejala de Urbanismo, Aurea Soto y al teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal.

Los bomberos fueron los únicos que entraron en el interior para averiguar el origen de los ruidos y, tras recorrer las instalaciones, tranquilizaron a los vecinos, que sobre las ocho de la tarde regresaban de nuevo a sus domicilios.

Sobre esa hora, hacía acto de presencia en el lugar el arquitecto, Manuel Blanco, quien aseguraba que no había ningún peligro de que se derrumbara la fachada. ’Cedió uno de los muros antiguos, quizás debido a la lluvia y eso fue el origen del ruido y el polvo. No hay ningún peligro para los viandantes y los vecinos’, aseguraba.

A medida que pasaban los minutos y los bomberos inspeccionaban el edificio, se pudo conocer que, junto con el muro, se vino abajo parte de la cubierta. Los escombros se llevaron por delante parte de la madera de dos pisos. ’El ruido fue fortísimo y, al ser de noche, la densa polvoreda parecía humo. En un principio creímos que se trataba de un incendio, que había entrada un gamberro a plantar fuego. En el edificio predomina la madera y podía propagarse con facilidad al resto de casas’, comentaba un vecino.

Licencia

La concejala de Urbanismo, Áurea Soto, no estaba lejos del lugar cuando se produjo el desprendimiento. Es más, se encargó de alertar de la situación a los efectivos de emergencia. ’La empresa tiene licencia municipal para convertir el inmueble en viviendas y en la actualidad se están realizando trabajos de desescombro’, señalaba.

El teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, también aseguraba que las obras se están realizando dentro de la legalidad. ’La construcción de las viviendas fue uno de las primeras obras que aprobamos nada más llegar al Concello. Era un proyecto que estaba bloqueado desde hacía más de tres años’, apuntó, recalcando que no había ningún peligro de derrumbre de la fachada ni del resto del inmueble. Aún así, la Policía Local decidió mantener la calle acordonada, al menos, hasta la mañana de hoy, cuando está previsto que entren los técnicos del PERI y de la constructora Vigamar para comprobar la seguridad del edificio y el alcance del derrumbamiento, además de los daños que ocasionó en el interior. ’Mañana -por hoycon la luz del día revisaremos toda la estructura. Ahora es de noche, no hay luz y no se pude determinar con certeza lo que pasó’, afirmaba el arquitecto de la obra, Manuel Blanco.

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