El 30 de junio de 2005, el Congreso aprobaba la ley que permitía a parejas del mismo sexo contraer matrimonio. Diez años después, el Concello de Ourense ha acogido 16 enlaces
Hace 10 años, el 18 de junio de 2005, el Foro de la Familia se manifestaba en Madrid anunciando prácticamente el fin del mundo civilizado, si se aprobaba la ley que legalizaba el matrimonio entre homosexuales.
El 30 de ese mismo mes el Congreso de los Diputados proclamaba la ley, siendo España el tercer país del mundo que legalizaba las uniones entre personas del mismo sexo. Ahora, parece que todo sigue en su sitio y que el universo no ha desaparecido por el reconocimiento de este derecho, legalizado esta misma semana incluso por un país como los Estados Unidos.
Un día antes de aquella multitudinaria convocatoria, Ourense saltaba a la actualidad nacional con las declaraciones a La Región del entonces concejal de Cultura del Partido Popular, José Araújo, hoy de nuevo en el gobierno municipal y que convulsionaron a buena parte de la sociedad. Fue el primer cargo electo del PP que mostró su apoyo al proyecto de ley, afirmando que , "cuando se aprueben las bodas entre homosexuales, seré el primero en casarme".
Una década después, Araújo reconoce que aquello "fue un paso complicado", del que no se arrepiente y afirma que lo que más recuerda fue que "me sentí arropado por el 90% de la gente durante esos días". Cumplió su palabra y en abril de 2006, su boda con Nino Crespo, celebrada bajo los focos mediáticos de todo el país, no sólo fue la primera en España de un cargo del PP, sino que también fue la primera que se celebró en el Concello de Ourense.
Desde entonces, el Consistorio ha acogido 16 enlaces entre parejas del mismo sexo, con mayoría de bodas entre hombres, en una proporción respecto a las mujeres de 10 a 6.
Los números son claros: la aprobación de la ley no supuso una gran avalancha de matrimonios, sino ver reconocido al fin el derecho a decidir de estas parejas y la igualdad ante la ley de todas las personas.
Después de 10 años, y con una sociedad que ha padecido y experimentado numerosos cambios, José Araújo tiene muy claro que el momento actual es mejor que otros pasados.
"Durante mucho tiempo lo que se hizo fue inyectarnos miedo para que la gente no se atreviera a enfrentarse a la realidad de su homosexualidad y que la ocultaran, y creo que eso ya lo vamos dejando atrás".
Afirma que en 2005, y en plena tormenta de oposición a la ley, no tuvo ningún miedo: "Soy atrevido pero también muy consciente", incide. Aquellas declaraciones, asegura, no le pasaron factura alguna en ningún aspecto. "Lo llevé con mucha normalidad y naturalidad, todo el mundo lo sabía y lo sabe ahora. Lo que sí noté después es que hubo mucha gente que se me acercaba y me pedía ayuda". Además, se convirtió en el edil más solicitado para oficiar enlaces en el Concello ourensano.
En 2013, de un total de 90 bodas en el Consistorio, ninguna fue de una pareja homosexual. En 2014 se celebraron 105 enlaces, y entre ellos hubo una pareja de mujeres y otra de hombres. En lo que va de 2015, se han celebrado 45 enlaces, y han sido dos las parejas de hombres y una de mujeres las que se han celebrado.
En cuanto a la mayor visibilidad de las parejas homosexuales tras la aprobación de la ley, Araújo afirma que "se normalizó una situación que siempre existió. La gente tuvo más derechos reconocidos. Y ahora no hay ningún problema. Que se tenga la opción de elegir es ya en sí un gran logro". Una conquista que se sigue celebrando en un día como hoy, Día del Orgullo LGBT, con banderas arcoiris en distintos concellos -no en el Consistorio de Ourense, ayer- y monumentos emblemáticos.
