El concejal del PP alega 'motivos persoais' e incompatibilidad con su cargo de diputado en el Congreso

Dimite Collarte, la sexta renuncia en la Corporación

Recién pasado el ecuador del mandato, la Corporación municipal de la ciudad ya ha sufrido siete cambios en sus filas, integradas por 27 concejales.
La última renuncia la formalizó ayer el edil popular Guillermo Collarte, debido a 'motivos persoais e polas dificultades para compatibilizar o cargo de concelleiro co de deputado no Congreso pola provincia de Ourense', según aseguran tanto el protagonista como el grupo municipal del PP, si bien otras fuentes señalan, además de estas causas, ciertas discrepancias y distanciamiento entre ambos. Su despedida tendrá lugar, por vía urgencia, en el pleno de esta mañana y dará entrada al número 14 de la lista con la que el PP concurrió a las elecciones de 2014, José Araújo, exconcejal entre 2003 y 2011.

De esta forma, el PP se convierte, junto al BNG en la formación que más cambios ha experimentado -tres- desde que se constituyó la actual Corporación, en junio de 2011. No obstante, uno de ellos estuvo motivado por el fallecimiento del concejal Odilo Masid, en mayo del año pasado, motivando la incorporación de Aurelio Gómez Villar. Antes, a principios de 2012, la decisión de José Luis Baltar de abandonar la política iniciaba las modificaciones en la Corporación. Su adiós significó la llegada de Carmen Carballo.


LA POKEMON

Sin embargo, fue la operación Pokemon, a finales de septiembre del año pasado, la que se cobró un mayor número de bajas. La más significativa, sin duda, la del alcalde, el socialista Francisco Rodríguez. Su decisión de marcar los tiempos para su renuncia tras haber sido detenido impulsó la salida de gobierno del BNG, poniendo así el punto y final a cinco años de pacto entre ambas formaciones. Con la salida de Rodríguez, Alfonso Vilachá se incorporó a la Corporación municipal.

Además del exalcalde, la Pokemon significó además la renuncia del concejal del BNG, Fernando Varela, también detenido en aquella operación judicial. Este hecho, unido a la salida de la formación nacionalista del gobierno, llevó al BNG a cambiar íntegramente su grupo municipal, lo que implicó la dimisión de sus otras dos concejalas, Isabel Pérez y Marta Arribas. En el lugar de los tres ediles que renunciaron, entraron en el Concello Xosé Somoza, Susana García y Ximena González.

En aquel momento y tras la ruptura del gobierno, Somoza había cesado como director xeral de Rehabilitación Urbana, cargo en el que había sido nombrado poco antes después de que su antecesor, Xosé Carballido, decidiese renunciar al pasar a Compromiso por Galicia.

Así las cosas, con el 25% de los concejales cambiados, se puede asegurar que el actual mandato es, sin duda, uno de los más agitados de los últimos registrados en la ciudad. Y eso que aún le quedan casi dos años.

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