La Diócesis de Ourense presentó ayer su Memoria de Actividades correspondiente al año 2019, contemplada para publicarse el pasado mes de noviembre y que la pandemia retrasó. El obispo Leonardo Lemos, acompañado del delegado episcopal de Economía, Raúl Alfonso, mostró estos datos de la Iglesia en Ourense por quinto año consecutivo. "Esto lo hacemos siempre con una perspectiva retroactiva que, debido a las actuales circunstancias, ha cambiado", apuntó el obispo.
Como anticipo a lo que será la memoria de 2020, Lemos ya señaló las grandes alteraciones que está viviendo la Diócesis, al igual que toda la sociedad, por culpa de la pandemia. "Fue un periodo difícil para todos, con muchos cambios, pero la Iglesia sigue estando ahí en el rostro de todos los cristianos", afirmó. Esta quinta publicación de la memoria en la Diócesis sirve para ratificar la apuesta por la "transparencia". El prelado también resaltó las compilaciones generadas por la cantidad de parroquias repartidas por la Diócesis y geográficamente dispersas en entornos rurales. A sus sacerdotes, Lemos les llamó "héroes escondidos".
Alfonso fue el encargado de desglosar la Memoria de Actividades de 2019, donde la actividad económica cobra importancia. En dicho año ingresaron 12.275.440,79 euros de los cuales el 31% proceden de las aportaciones de fieles -3.805.386,64 euros-, el 30% de la asignación tributaria, el 25% de otras fuentes de financiación y el 14 restante de ingresos por patrimonio.
El delegado de Economía recordó la importancia de marcar en la declaración de la renta la casilla a favor de la Iglesia y la de fines sociales. Con estas aportaciones, redistribuidas entre todas las diócesis de España, la ourensana recibió 3.457.922 euros, unos 60.000 euros menos que en 2018. Los ourensanos, con sus declaraciones, recopilaron 1.037.185 euros en la campaña de la renta de 2018 presentada hace dos años y que supone unos 40.000 euros por debajo del ejercicio anterior.
En cuanto a los gastos, Alfonso explicó que la Diócesis de Ourense destinó 12.370.957,49 euros en 2019, principalmente acciones pastorales y asistenciales, seguido de otras acciones de conservación y mantenimiento de los edificios de la Iglesia. La memoria recoge muchos otros datos sobre su actividad pastoral, educativa, evangelizadora y cultural.
723 personas acudieron por primera vez a Cáritas
El obispo Leonardo Lemos adelantó algunas de las cifras que la próxima memoria de Cáritas desvelará sobre su actividad en el 2020, marcado por la pandemia. La sede central de la entidad en la ciudad atendió a "más de 2.750 personas, de las cuales 723 nunca habían recurrido a Cáritas hasta ahora", indicó el obispo, todas ellas en programas de acompañamiento social para cubrir necesidades básicas.
Esto es solo una pequeña muestra de lo que afectó la crisis del covid entre la población, a falta de conocer el resto de datos en las Cáritas Parroquiales de toda la Diócesis. El voluntariado también cobró importancia desde la llegada de la pandemia. Partiendo a principios del pasado año con 121 voluntarios llegó a 160 en Cáritas Diocesana, sin contar a los repartidos por las parroquias, que son "el rostro de la solidaridad". El perfil, jóvenes con empleo o sin él, incluso estudiantes.
El comedor social de la ciudad también refleja esta crisis con el aumento de raciones diarias que ofrecen cada día. Si el 2020 empezó con una 300, continuó ascendiendo hasta ahora "con 670 y aumentando diariamente su porcentaje". Para Lemos, la Iglesia "presta un servicio que no su publicita".
