Ninguno de los críticos acudió a la la junta de gobierno ni tampoco a la cita con el grupo municipal que convocó el alcalde

La dirección del PSdeG analizará el nuevo plante de los ediles díscolos

El 'punto de inflexión' en la crisis del gobierno local que veía la Ejecutiva gallega del PSOE tras su acuerdo del pasado lunes no parece ser tal. Ninguna de las tres concejalas 'díscolas' asistieron ayer a la junta de gobierno ni a la reunión de grupo, a la que tampoco acudieron los otros dos ediles de este sector, Antonio Rodríguez Penín -que ya no tiene competencias de gobierno- y Alfonso Vilachá. Con este nuevo plante, las cosas continúan en el grupo municipal socialista como antes de la reunión de la ejecutiva gallega.
Si la ausencia de estos ediles de ambas reuniones es quebrar aquel acuerdo, que llamaba a todos los miembros del grupo 'ó cuprimento estricto das súas obrigas', es lo que generaba ayer dudas entre los socialistas. Fuentes del partido en Santiago explican que 'lo que interesa es el órgano colegiado, que es la junta de gobierno, y en ella hay dos concejalas que presentaron su dimisión y otra que excusó su ausencia'. No obstante, también puntualizaban que 'los informes que lleguen desde el ámbito municipal permitirán analizar si se incumple o no el acuerdo (de la ejecutiva). Si es así, se aplicarán los estatutos'.

Con todo, Bayo y Devesa plantearon esta semana por escrito al alcalde su renuncia de la junta de gobierno. Aunque el regidor es el que tiene las competencias para determinar los nombramientos y salidas de la junta de gobierno y aseguró que debía pronunciarse sobre ello, el hecho de que el regidor les firmase el escrito es interpretado por ellas como una aceptación -no así por el alcalde-. Además, Mónica Vázquez justificó su ausencia por 'motivos laborales', al igual que hizo Devesa en lo que se refiere a la reunión de grupo, pues ambas remitieron un correo electrónico a Alcaldía en este sentido. Bayo, mientras, le dijo el miércoles al alcalde que ayer tenía 'un compromiso en Santiago'.

Ante esta situación, desde la dirección del PSdeG se recuerda que el acuerdo adoptado por la ejecutiva gallega 'fue unánime y, por tanto, respaldado tanto por el alcalde como por el secretario provincial', con lo que se entiende que los dos sectores del grupo municipal estaban de acuerdo. Asimismo, insisten estas fuentes en que la resolución adoptada es 'la hoja de ruta' para solucionar el conflicto en Ourense y, por lo tanto, que afecta a todos los miembros del grupo municipal.

Mientras, fuentes próximas a la dirección local aseguran que lo ocurrido ayer se incluirá en el documento informativo sobre el comportamiento de estos cinco concejales, a fin de hacer 'una evaluación completa'. La ejecutiva local del próximo lunes podría conocer el texto completo para decidir si se les abre o no un expediente disciplinario.

Desde el ámbito local afín al alcalde se considera que es la dirección del partido en Galicia la que debe adoptar una decisión. Por su parte, en el grupo de los díscolos siguen confiando en una resolución de Ferraz sobre la crisis de Ourense.

En medio de esta situación, el portavoz del grupo socialista, José Ángel Vázquez Barquero, trató de aparentar ayer una situación de normalidad, asegurando que 'la gestión del gobierno es la normal', algo en lo que coincide con María Devesa, que recalcaba ayer que 'seguimos facendo o noso traballo'.

El edil, afín al alcalde, explicó además que en la reunión de grupo se habían abordado diversos asuntos, desde los presupuestos al Centro de Interpretación de Parques Naturales, pero sin embargo no quiso opinar sobre la ausencia de sus compañeros. 'Si alguien tiene que actuar es la ejecutiva nacional gallega porque el acuerdo es de ella', concluyó.

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