La ex gerente de Xestur, Dolores Rivero, señaló ayer que renunció a su puesto después de que Vivenda le transmitiese la pérdida de confianza en ella, por haberse presentado al concurso para optar al mismo puesto en la Diputación. Xesús Fariñas Los consejeros de Xestur, en la reunión de ayer. En el centro, la presidenta, Rosa Losada.
Es terrible pensar que una persona con méritos suficientes para un puesto no pueda presentarse por cuestiones políticas. Las instituciones son de los ciudadanos, no de los partidos, que hoy está uno y mañana otro. Así se justificó la ex gerente de Xestur, Dolores Rivero, por la polémica que se ha levantado después de conocerse que se presentaba al mismo puesto en la sociedad urbanística que promueve la Diputación, en manos del PP, mientras Xestur depende de la Consellería de Vivenda (BNG). De hecho, ayer mismo se formalizó su renuncia en el Consejo de administración, donde se dio cuenta del escrito con el que comunicó su marcha.
Dolores Rivero señaló que en Xestur tenía un contrato como cualquier profesional (que incluyó un periodo de prueba de seis meses). No soy militante, ni nunca nadie me pidió que lo fuera, indicó. Al tener conocimiento de la convocatoria de la Diputación, consideró que tenía libertad para optar a la plaza porque tengo méritos suficientes, y no creí que fuera tan problemático, según señaló, aunque ahora vea que seguro que fue un error, como otros muchos que todos cometemos.
Rivero señaló que no ha tenido conocimiento oficial de la resolución del concurso de la Diputación (según trascendió, el mejor puntuado es José Jesús Cudeiro, ex secretario xeral de la Xunta en la etapa del PP), pero está convencida de que la plaza podría ser para mí, porque tiene al menos tantos méritos como Cudeiro. Reconoce también la mejora de la retribución, que calificó que extraordinaria (75.000 euros anuales en la Diputación, frente a 43.000 en Xestur).
La decisión de dejar la gerencia de Xestur la tomó después de que la presidenta del Consejo de administración, Rosa Losada (secretaria xeral de Vivenda), le transmitiese su pérdida de confianza en ella y, aunque no llegaron a pedirle que se fuera, consideró que en esa situación, no tendría sentido continuar y se reincorporará a la Universidad de Vigo. No obstante, valoró positivamente su etapa al frente de Xestur, porque cuando llegó estaba en quiebra técnica y ahora se encuentra saneada, con proyectos ya realizados y otros en marcha. Realicé la gestión que creí mejor, añadió.
En la reunión del Consejo de administración se dio cuenta de que, de momento, nadie asumirá la gerencia y que estas funciones serán desempeñadas por la presidenta, Rosa Losada, y el vicepresidente, Antucho Espinosa (delegado de Vivenda en Ourense).
Dolores Rivero señaló que en Xestur tenía un contrato como cualquier profesional (que incluyó un periodo de prueba de seis meses). No soy militante, ni nunca nadie me pidió que lo fuera, indicó. Al tener conocimiento de la convocatoria de la Diputación, consideró que tenía libertad para optar a la plaza porque tengo méritos suficientes, y no creí que fuera tan problemático, según señaló, aunque ahora vea que seguro que fue un error, como otros muchos que todos cometemos.
Rivero señaló que no ha tenido conocimiento oficial de la resolución del concurso de la Diputación (según trascendió, el mejor puntuado es José Jesús Cudeiro, ex secretario xeral de la Xunta en la etapa del PP), pero está convencida de que la plaza podría ser para mí, porque tiene al menos tantos méritos como Cudeiro. Reconoce también la mejora de la retribución, que calificó que extraordinaria (75.000 euros anuales en la Diputación, frente a 43.000 en Xestur).
La decisión de dejar la gerencia de Xestur la tomó después de que la presidenta del Consejo de administración, Rosa Losada (secretaria xeral de Vivenda), le transmitiese su pérdida de confianza en ella y, aunque no llegaron a pedirle que se fuera, consideró que en esa situación, no tendría sentido continuar y se reincorporará a la Universidad de Vigo. No obstante, valoró positivamente su etapa al frente de Xestur, porque cuando llegó estaba en quiebra técnica y ahora se encuentra saneada, con proyectos ya realizados y otros en marcha. Realicé la gestión que creí mejor, añadió.
En la reunión del Consejo de administración se dio cuenta de que, de momento, nadie asumirá la gerencia y que estas funciones serán desempeñadas por la presidenta, Rosa Losada, y el vicepresidente, Antucho Espinosa (delegado de Vivenda en Ourense).
